Dos conocidos cómicos rusos se hicieron pasar por el diplomático estadounidense Michael McFaul, que fue embajador en Rusia entre 2012 y 2014, durante una conversación telefónica con la ex defensora del pueblo de Ucrania Liudmila Denísova. En la charla que mantuvieron reveló detalles sobre su trabajo y cómo, mientras estaba en el cargo, difundió acusaciones infundadas en contra de militares rusos.
Vladímir Kuznetsov y Alexéi Stoliarov, más conocidos como 'Vovan' y 'Lexus', compartieron este miércoles un video de su conversación con Denísova, en el que no solo se queja de que las autoridades ucranianas hayan dejado de publicar falsificaciones sobre actos de "violencia sexual contra mujeres y niños cometidos por soldados rusos" y la existencia de "campos de filtración", sino que también revela que difundió estas "atrocidades" para recibir ayuda militar de países occidentales.
Al hablar sobre la utilidad de difundir tales historias para mostrar lo peor de Rusia, Denísova reveló cómo sus historias ayudaron a Kiev a conseguir armas de Italia. Según ella, cuando intervino en el Parlamento italiano, algunos diputados "estaban absortos en sí mismos, viendo algo en sus teléfonos", pero cuando empezó a hablar de todas estas historias sobre violencia sexual prestaron atención y votaron a favor del suministro de armas.
Cabe destacar que, durante la conversación, la ex defensora del pueblo no pudo nombrar a ninguna de las presuntas víctimas.
Además, Denísova se mostró decepcionada por el hecho de que las autoridades ucranianas hubieran dejado de publicar informes sobre "campos de filtración, deportaciones, violaciones y asesinatos", mientras que ella lo hacía dos veces al día y los enviaba a todas las organizaciones, como la ONU y la OSCE. Señaló que "ahora el defensor del pueblo escribe solo lo que le dice la oficina del presidente".
La exfuncionaria también admitió que había estado en contacto con los prisioneros del batallón neonazi Azov que fueron capturados y trasladados a una prisión en la localidad de Yelénovka. Según cuenta, los combatientes tenían un teléfono y le escribían sobre las condiciones en la cárcel. Sin embargo, cuando Denísova lo publicó en las redes sociales, esto no le gustó a Kiev, ya que "le hizo sentir culpable" por el estado de sus militares cautivos.
Y lo que es más interesante, expresó su decepción por el hecho de que los medios ucranianos hayan escrito sobre sus acciones que, en opinión de diputados ucranianos, "solo le hicieron daño" a Ucrania y desviaron la atención mediática de las necesidades reales del país. "Un periodista tiene que entender si es más periodista o es más ciudadano, si es ciudadano no puede escribir que me inventé algo", afirmó.
Denísova fue destituida del cargo de defensora del pueblo de Ucrania el pasado 31 de mayo por la Rada Suprema —el Parlamento del país— por desconfianza. En aquel entonces, los legisladores abordaron la actividad de la entonces funcionaria y uno de los diputados, Pável Frolov, aseguró que Denísova "casi no ha cumplido con sus funciones" desde el inicio del conflicto, funciones que incluían la organización de corredores humanitarios o el intercambio de prisioneros, entre otras tareas.
Sin embargo, ese no fue el único motivo que empujó al Parlamento ucraniano a votar a favor de la destitución de la defensora del pueblo, ya que Denísova también fue acusada de centrar su trabajo con los medios de comunicación en ofrecerles "numerosos detalles de 'crímenes sexuales cometidos de manera atroz' y 'violaciones de niños' en los territorios ocupados que no pudo confirmar con evidencias".