Las agencias de inteligencia de Estados Unidos creen que parte del Gobierno ucraniano autorizó el atentado con bomba el pasado agosto que acabó con la vida de Daria Dúguina, hija del influyente filósofo ruso Alexánder Duguin, cuando estaba en su coche, según reportó este miércoles The New York Times, citando a funcionarios de Washington.
Al parecer, el Gobierno estadounidense no habría participado en el atentado, ni proporcionando información de inteligencia ni ningún tipo de ayuda, dijeron las fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato. Asimismo, manifestaron que desconocían la operación y que de haberlo sabido se habrían opuesto, ya que temen que pudiera escalar el conflicto.
También sospechan que el padre de Dúguina, Alexánder Duguin, era el verdadero objetivo de la operación, y que quienes la llevaron a cabo creían que estaría en el vehículo con su hija.
Tras el atentado, funcionarios estadounidenses amonestaron a los responsables ucranianos, destacaron las fuentes. La evaluación de la complicidad del régimen de Kiev, de la que no se había informado anteriormente, fue compartida por las fuentes la semana pasada. Por su parte, Ucrania sigue negando su participación en el asesinato.
De igual forma, un alto cargo militar ucraniano, que pidió quedar en el anonimato, dijo al citado medio que las fuerzas de Kiev habían llevado a cabo asesinatos y ataques contra ucranianos acusados de ser colaboradores y funcionarios rusos en los territorios ucranianos ocupados. Entre ellos se encuentra el jefe de la Administración provisional de Jersón, Vladímir Saldo, que fue envenenado en agosto con agentes de guerra química.
A EE.UU. le preocupa que este tipo de ataques, que tienen poco impacto directo en el campo de batalla, puedan provocar acciones similares por parte de Moscú contra altos cargos ucranianos. De igual forma, destacaron que los funcionarios estadounidenses se han sentido frustrados por la falta de transparencia de Ucrania sobre sus planes militares y encubiertos, especialmente en territorio ruso.
De esta manera, The New York Times reporta que los servicios de inteligencia y el Pentágono compartieron datos militares importantes con Kiev que le ayudaron en ataques contra puestos de mando rusos y líneas de suministro, pero las autoridades ucranianas no siempre revelaron sus planes a Washington. En estas circunstancias, los funcionarios estadounidenses lamentaron que a veces sabían más sobre futuras acciones de Rusia que las de Ucrania y presionaron a Kiev para que comparta más información.
El atentado
Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), el asesinato de Dúguina fue orquestado por los servicios secretos de Ucrania y ejecutado por una ciudadana ucraniana identificada como Natalia Vovk, que tras cometer el crimen huyó a Estonia.
Vovk llegó al territorio ruso junto con su hija de 12 años el pasado 23 de julio con el fin de organizar el asesinato de Dúguina y "obtener información sobre su estilo de vida". La mujer alquiló un apartamento en Moscú en el mismo edificio donde vivía la víctima.
Para entrar a Rusia utilizó un automóvil con matrícula de la República Popular de Donetsk, que cambió por una matrícula de Kazajistán para desplazarse por Moscú. Vovk abandonó Rusia con ese mismo vehículo, pero con una placa ucraniana.