Mahsa Amini, la joven cuya muerte bajo custodia policial provocó masivas protestas en Irán, no falleció por violencia física, sino por hipoxia cerebral, o falta de oxígeno en el cerebro, según ha determinado el informe forense, citado por la agencia oficial de noticias iraní IRNA este viernes.
La muerte de Amini no fue causada por un golpe en la cabeza o en los órganos vitales del cuerpo, indica el reporte, resaltando que la joven tenía afecciones subyacentes derivadas de una operación de un tumor cerebral benigno a la que se había sometido cuando tenía ocho años. El informe también afirma que la mujer perdió repentinamente el conocimiento y se desplomó mientras estaba detenida.
La mujer de 22 años fue arrestada a mediados de septiembre por la conocida como 'Policía de la moralidad' por vestir su hiyab incorrectamente. Su familia sostiene que Amini fue torturada y que se desmayó tras recibir un golpe en la cabeza.