El presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmó este sábado un acuerdo entre el Gobierno y la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para avanzar en la implementación de la reforma agraria en el país.
El pacto, suscrito también por la ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, y el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, garantiza la compra por parte del Gobierno de tres millones de hectáreas de tierras a ganaderos con el propósito de destinarlas a familias campesinas sin tierra o que no tienen suficiente.
"El pacto social y la paz son posibles", afirmó Petro a través de Twitter, donde compartió una fotografía de la ceremonia, que la calificó de "histórica". Lafaurie, que coincide con ese calificativo, resaltó la prontitud a la que se llegó a un acuerdo y destacó la actitud conciliadora y de diálogo del presidente.
"El Gobierno podría hacerla sin nosotros o, inclusive, contra nosotros, pero ha decidido hacerla con nosotros, y esa inclusión tiene una importancia que ahora mismo no alcanzamos a medir", enfatizó Lafaurie.
De acuerdo con el senador Iván Cepeda, quien hizo parte de la gestión facilitadora, asegura que se trata de un hecho "sin precedentes en la historia del país". "Por primera vez un sector muy poderoso de quienes detentan la tierra en Colombia, los ganaderos, se han comprometido con el actual Gobierno a un proceso que debe conducir a la Reforma Rural Integral", indicó.
La implementación de la Reforma Rural Integral está prevista en el primer punto del Acuerdo de Paz con las FARC, firmado en 2016. Al respecto, la ministra López Montaño afirmó que con el paso alcanzado hoy se inicia la tercera fase del proceso y se trata de un paso fundamental para lograr la propuesta de paz total de Petro con la finalidad de poner fin a la violencia en el país.
"Este acuerdo con Fedegán abre la puerta para dar el tercer instrumento de reforma agraria del Gobierno. Son cuatro instrumentos, el primero es la titulación que ya empezó. Ya estamos titulando más de 680.000 hectáreas de tierra y van a terminar en un millón a final de año. Hectáreas que se titulan a distintas familias en distintos departamentos del país", explicó en diálogo con el diario El Heraldo.
En este sentido, Cepeda recuerda que el pacto con Fedegán no solo consiste en ofertar tierras fértiles y que cumplan ciertos requisitos legales, sino en que contribuyan a que pueda haber "proyectos productivos" que "impulsen y fortalezcan a las comunidades campesinas y a los pueblos indígenas y afrodescendientes".
"Fedegán nunca ha estado en contra del derecho del campesino a la propiedad de la tierra, pero tiene que ser suficiente y estar rodeada de las condiciones que la hacen realmente productiva (vías, energía, agua, asistencia técnica, crédito y asociatividad). Lo contrario es la profundización del minifundio improductivo y de la pobreza rural", asegura Lafaurie al respecto.