El cambio climático deteriora las profundidades del océano y pone en riesgo nuestra alimentación, advierte un estudio
La alteración climática puede influir muchos metros bajo la superficie marina, lo que pone en riesgo a especies que sirven de alimento para ciertos animales consumidos por los humanos, advierte una investigación publicada recientemente en la revista Nature.
El ambiente pelágico, un área del océano donde generalmente habitan los seres vivos que no dependen del fondo marino, será el más afectado.
"Casi el 70 % de todos los océanos van a perder parte de esa biomasa animal", dice la investigación.
El equipo internacional de investigadores utilizó una metodología innovadora, basada en el estudio de los fondos marinos y la posterior construcción de un modelo especial para predecir el impacto del cambio climático.
"Hemos recopilado y utilizado la base de datos más grande de observaciones realizadas con sonar submarino en estudios regionales anteriores", reveló el oceanógrafo Alejandro Ariza, uno de los autores del artículo, citado por el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia.
"Estimamos la distribución y abundancia de animales en la columna de agua. Nunca se ha hecho a esta escala, es decir, a lo largo de 350.000 kilómetros en todo el océano, excepto en los círculos polares", añadió.
Los científicos llegaron a la conclusión que las latitudes bajas y medias pueden perder entre el 3 % y el 22 % de la biomasa animal: peces, moluscos, medusas y otras especies marinas, muchas de las cuales son consumidas por los humanos.
El calentamiento global
"Muchos de estos organismos están involucrados en la migración vertical de carbono, también llamada la bomba oceánica de carbono", aclaró Ariza. "Por lo tanto, la reducción de la abundancia de esta fauna reducirá la retención de CO2 atmosférico en los océanos, lo que acelerará el calentamiento global", advirtió.
Sin embargo, el estudio revela que este escenario se puede evitar. Se estima que si el aumento de las temperaturas globales se mantiene por debajo de los 2 °C, el impacto en la fauna se reduciría a menos de la mitad, indica la unidad de investigación UMR Marbec.