China trata de contener los brotes de covid-19 antes del Congreso Nacional del Partido Comunista, en vista del aumento de casos a nivel nacional y preocupaciones por los cierres en Shanghái, un importante centro financiero a nivel mundial, informa Bloomberg.
Según el diario, el gigante asiático notificó 1.878 casos el 9 de octubre. De acuerdo con las últimas estadísticas, publicadas las autoridades sanitarias chinas, se registraron 646 contagios procedentes del extranjero y 1.672 casos asintomáticos de la infección.
Brote en Shanghái
La mayoría de los distritos de Shanghái han reforzado las medidas de control en los últimos días, ya que la ciudad sigue registrando infecciones esporádicas fuera de su población en cuarentena, informan medios locales.
De acuerdo con las reglas sanitarias, toda persona que viaje a Shanghái necesitará presentar un resultado negativo de covid-19 en las 24 horas posteriores a su llegada a la ciudad y tendrá que hacerse tres pruebas durante los tres días siguientes.
En Shanghái aumenta la preocupación por el posible endurecimiento de las medidas. El último repunte de casos ha llevado a cerrar edificios con vallas de color verde, como ocurrió durante el confinamiento prolongado de la urbe a principios de este año.
En el centro de la ciudad se están cerrando varias zonas residenciales. Algunas de esas zonas han recibido suministros de alimentos por parte del Gobierno local, y se han extendido los rumores sobre una posible suspensión de las escuelas.
Además, la región de Mongolia Interior, donde se encuentran más de un tercio de los infectados del país, prohibió a partir del lunes la entrada a su capital, Hohhot, detalló Bloomberg. Mientras que la ciudad de Yongji, que cuenta con 400.000 habitantes y aún no tiene ningún infectado, también enfrenta un bloqueo de tres días desde el viernes pasado para prevenir posibles contagios.
Política de "cero covid"
Todas estas actividades en curso forman parte de la política de "cero covid" del Gobierno chino para contener la propagación de contagios en el país. Las medidas incluyen cierres repentinos y pruebas frecuentes, a pesar de su elevado coste social y económico.
Estos acontecimientos se desarrollan antes del Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, que se celebra cada cinco años y comienza el 16 de octubre en Pekín. Durante el evento se tratan los cambios de liderazgo de alto nivel y otros cambios políticos.
Las decisiones del Congreso afectarán a la posibilidad de que el presidente chino, Xi Jinping, pueda lograr su tercer mandato al frente del país.