Las autoridades españolas detuvieron en Guadalajara (Castilla-La Mancha) a un expolicía peruano buscado en su país por la comisión de diez asesinatos cuando formaba parte del denominado 'Escuadrón de la muerte', dedicado presuntamente a ganar ascensos y condecoraciones para sus miembros mediante la ejecución extrajudicial de supuestos delincuentes.
Según las autoridades peruanas, este grupo ilegal se dedicaba a captar informantes, pagados por la organización, quienes "incentivaban a delincuentes de nivel bajo" para cometer delitos como secuestros o robos millonarios, información que luego filtraban al grupo policial. De esta manera, los agentes "sorprendían a los delincuentes para abatirles a disparos", informando posteriormente que los tiroteos habían sido producto de "enfrentamientos arriesgados".
La investigación comenzó hace pocos días cuando los agentes recibieron una solicitud de colaboración por parte de las autoridades judiciales y policiales de Perú, a través de la oficina de Interpol en Madrid, para averiguar el paradero del prófugo a través de la correspondiente Notificación Roja.
Tras la información, los investigadores iniciaron las gestiones para lograr su localización y descubrieron que residía con su familia en Guadalajara. Finalmente, la pasada semana fue detenido en los alrededores de su domicilio y, posteriormente, fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional.