A funcionarios de la Administración Biden les preocupa que tras la introducción del tope al precio del petróleo ruso, los precios del crudo mundial, por el contrario, suban, en vista de los recortes de producción anunciados por la OPEP+ que ya han aumentado la volatilidad de los mercados, reporta Bloomberg, remitiéndose a personas familiarizadas con el asunto.
Asimismo, los funcionarios consideran que Rusia podría tomar medidas de represalia y restringir los suministros. Mientras tanto, es poco probable que Estados Unidos y sus aliados puedan cortar con éxito los ingresos petroleros rusos, indicaron las fuentes.
Otro obstáculo para ejecutar el plan de imponer límites al petróleo ruso consiste en obtener la aprobación por parte de todos los Estados miembros de la UE, señala la agencia.
Desde Moscú, han dejado claro que no suministrarán petróleo a países que se adhieran a la medida y que lo dirigirán a "destinos alternativos". Entretanto, el presidente ruso Vladímir Putin declaró que su país no suministraría sus recursos a otras naciones si esto contradice sus intereses económicos.