Venezuela y la ONU coordinan labores humanitarias en la zona de desastre tras el deslave en Las Tejerías

Las autoridades venezolanas mantienen un operativo de emergencia en la comunidad donde murieron al menos 50 personas.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, se reunió este viernes en Las Tejerías, estado Aragua, con una delegación del sistema de la Organización para las Naciones Unidas (ONU) que se sumó a las acciones de atención y apoyo de la comunidad afectada tras el deslave que ocurrió el pasado fin de semana.

El coordinador residente de la ONU y representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Venezuela, Abubacar Sultan, dijo al canal estatal VTV que el organismo está comprometido en brindar colaboración a Venezuela a través del sistema de coordinación establecido para atender emergencias y asuntos humanitarios a través de sus distintas oficinas.

"En momentos como este, de respuesta de emergencia, es muy importante que existan mecanismos de coordinación, que sean establecidos, para que no se dupliquen esfuerzos y para que se mantenga la equidad, la necesidad de parcialidad en todos los procesos de apoyo a las víctimas", agregó Sultan.

Por su parte, la vicepresidenta del país agradeció a las distintas agencias de la ONU por "todo el apoyo que han venido brindando" en la zona de desastre.

"Es un esfuerzo articulado, coordinado, donde todo va a estar muy organizado, para que todos estos mecanismos que se han establecido para la recuperación de Las Tejerías se vean reforzados con la cooperación de las Naciones Unidas en asistencia técnica, en materia de salud mental y medicamentos", expresó Rodríguez.

Además, agregó que en la comunidad continúan las labores de atención a las familias, así como el aseo, mantenimiento y reconstrucción del poblado. De igual forma, comunicó, se realizan análisis científicos para determinar las áreas de riesgo que deberán ser desalojadas para evitar nuevos desastres naturales.

De acuerdo a cifras oficiales, la tragedia en Las Tejerías, causado por un gran deslave tras las fuertes precipitaciones registradas las últimas semanas, provocó la muerte de al menos 50 personas, decenas de desaparecidos, más de 1.000 familias damnificadas, centenares de viviendas y negocios destruidos.