La sequía obstruye una arteria crítica del transporte fluvial de EE.UU.

Los niveles de agua del río Misisipi y sus afluentes son en algunos tramos los más bajos en tres décadas.

Alrededor de 500 millones de toneladas de cargamentos por valor comercial de 130.000 millones de dólares se transportan cada año en Estados Unidos por el río Misisipi, informó este viernes la revista Fortune, citando datos del Puerto de Nueva Orleans. Se trata principalmente de productos agrícolas, como maíz y soja, y de combustibles.

La cuenca del río concentra más del 90 % de las exportaciones agrícolas del país norteamericano y casi el 80 % de las exportaciones mundiales de cereales forrajeros y soja, según el Servicio de Parques Nacionales de EE.UU.

Sin embargo, todo esto se están paralizando debido a la sequía que afecta el río y hace que se vuelva intransitable para la mayoría de barcazas. Los niveles de agua y sus afluentes son en algunos tramos los más bajos en tres décadas después de las precipitaciones históricamente escasas de los últimos meses, perjudicando las cadenas de suministro estadounidenses.

Al menos 2.000 barcazas quedaron atascadas en el río la semana pasada, informó la Guardia Costera de EE.UU. Ocho de ellas se habían encallado en tramos particularmente poco profundos. Con menos embarcaciones capaces de navegar a lo largo del afluente y el aumento de los tiempos de espera, los precios de los productos han comenzado a subir.

El alcalde de Vicksburg (estado de Misisipi), George Flaggs, dijo a principios de esta semana al canal WAPT que el río alrededor de su ciudad se encuentra al nivel más bajo que ha visto en casi 70 años, lo que genera un impacto en la economía local porque "el uso comercial de este río se ha detenido casi por completo".  

"Debemos tener menos carga en nuestras barcazas y menos tonelaje en movimiento. Afecta nuestros ingresos", señaló, por su parte, Austin Golding, presidente de Golding Barge Line, una compañía dedicada al transporte de barcazas cisterna. "Estados Unidos se paralizará si nosotros paramos", comentó su colega Mike Ellis, director ejecutivo de la empresa de transporte marítimo American Commercial Barge Line.

Además, los expertos consideran que es el peor momento para una sequía en esta arteria navegable, ya que el comienzo del otoño suele ser cuando el grano se cosecha en la cuenca del Misisipi y se envía río abajo. Los productores de soja también están preocupados porque múltiples camiones cargados con este grano son rechazados por completo en las estaciones de carga a lo largo del río.

En estas circunstancias existe también un riesgo ambiental, ya que el agua salada del golfo de México podría comenzar a fluir río arriba. Ante este peligro, los ingenieros militares anunciaron a fines de septiembre un plan para construir en la embocadura una barrera para detener el acceso de agua salada a la corriente del río Misisipi.