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Institutos de encuestas de Brasil enfrentan amenazas de medidas en su contra tras los resultados electorales
El ministro de Justicia pidió una investigación por posibles "prácticas delictivas" en la difusión de sondeos de opinión, luego de que las previsiones para la primera vuelta mostraran una amplia desventaja de Bolsonaro y sus aliados.
Los institutos de encuestas de Brasil enfrentan amenazas de medidas en su contra luego de que la Policía Federal abriera una investigación a pedido del ministro de Justicia, Anderson Torres, acusándolos de manipulación de datos.
Así, la Policía Federal inició la pesquisa el 13 de octubre por posibles "prácticas delictivas" en la difusión de sondeos de opinión, luego de que sus previsiones para la primera vuelta electoral mostraran una amplia desventaja de Jair Bolsonaro y sus aliados, recogen medios locales.
"La divulgación de investigaciones fraudulentas constituye un delito, sancionado con prisión de seis meses a un año y multa", señaló la cartera de Estado.
Además, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), órgano que vela por la libre competencia, inició su propia investigación para determinar si las encuestadoras actuaron como grupo para "manipular" las elecciones.
Sin embargo, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, suspendió las investigaciones afirmando que los procesos no presentan "mínimos indicios" de "prácticas de procedimientos ilícitos".
"Estas investigaciones parecen demostrar la intención de satisfacer la voluntad electoral expresada por el jefe del Ejecutivo y candidato a la reelección", dijo de Moraes, sugiriendo que esas acciones podrían caracterizar "abuso de poder" y "desvío de finalidad en el uso de organismos administrativos".
Asimismo, el inspector general de la Justicia electoral, Benedito Gonçalves, dio plazo de tres días para que Torres y el presidente del CADE, Alexander Cordeiro, expliquen los pedidos de investigación.
Tras el resultado de la primera vuelta de las elecciones, Bolsonaro recibió el 43,2 % de los votos válidos y disputará la segunda vuelta con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que obtuvo el 48,4 % de votos. Los últimos resultados publicados antes de la votación indicaban que Bolsonaro estaba muy por detrás con el 36 o 37 % de los votos válidos frente al casi 50 % de apoyo a su opositor.
Por su parte, los aliados en el Congreso también están impulsando iniciativas separadas, una de las cuales incluye un proyecto de ley para criminalizar las encuestas realizadas dentro de los 15 días previos a las elecciones cuyos hallazgos difieren significativamente de los resultados.
El director del instituto de investigación política Brasilis, Alberto Almeida, calificó la investigación como "una vergüenza". "El objetivo principal no es mejorar las encuestas electorales, sino perseguir y castigar a los institutos", aseguró a AP. "Hubo errores, pero votar un proyecto de ley, hacer una investigación en el Congreso, eso es una vergüenza. Querer criminalizar no tiene sentido", agregó.
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