Hallan los restos de una mujer embarazada asesinada por su marido en 1999

En Reino Unido, autoridades hallaron los restos de Debbie Griggs, asesinada por su marido hace más de 20 años mientras estaba embarazada, informaron medios locales.

El descubrimiento tuvo lugar el pasado 5 de octubre durante una excavación en el jardín de una casa en la localidad de St Leonards, al sudeste del condado de Dorset, adonde Andrew Griggs, esposo de Debbie, se había mudado en 2001. La policía de Kent decidió inspeccionar el sitio tras concluir una investigación sobre el paradero de la víctima, desaparecida en las inmediaciones de su residencia de la ciudad costera de Deal (Kent), en la noche del 5 de mayo de 1999.

Los investigadores desenterraron, entre otros, fragmentos dentales que, luego de ser sometidos a exámenes 'post mortem' este 14 de octubre, confirmaron que pertenecían a Debbie, por entonces de 34 años. "Han pasado más de 20 años desde que Debbie Griggs fue asesinada por su esposo, pero nunca perdimos la esperanza de encontrar algún día sus restos y entregárselos a sus seres queridos", afirmó Neil Kimber, de la Dirección de Delitos Graves de los condados de Kent y Essex.

Andrew Griggs, de 59 años, siempre negó ser el responsable de la desaparición de su pareja, pero fue encarcelado de por vida, con una pena mínima de 20 años, después de ser declarado culpable del asesinato por el Tribunal de la Corona de Canterbury, que hizo una revisión del caso en octubre de 2019. Los fiscales argumentaron que el acusado era la persona con "más razones" para desear la desaparición de Debbie. Además de motivos financieros y comerciales, la mujer sospechaba que Andrew tenía una aventura amorosa con una niña de 15 años.

Durante la audiencia en la corte, Andrew afirmó haber estado durmiendo cuando su esposa salió de casa por última vez. Asimismo, sostuvo que Debbie los había abandonado a él y a sus tres hijos por una supuesta depresión posparto. Según los informes, la mujer no padecía tal depresión en aquel momento y Andrew le había comentado a sus amigos que, a raíz del desliz con la menor de edad, deseaba que su esposa estuviera muerta, recoge el diario Daily Mail.

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En ese entonces la Policía no sabía con certeza si Debbie estaba muerta ni tampoco conocía el paradero de sus restos. Aunque suponían que Andrew, pescador de profesión, había arrojado el cadáver al mar, nunca se encontró ningún material probatorio forense para confirmar su responsabilidad en el crimen. Solo se descubrió una mancha de sangre en el automóvil de la víctima, abandonado a menos de 2 km de su casa.

No obstante, la prueba clave en su contra resultó ser un diario de la víctima, que reveló maltrato, intimidación y violencia por parte de Andrew, y en el cual expresaba preocupación porque su esposo pasaba más tiempo con la adolescente a la que acusaba de acostarse con él. Al mismo tiempo, el señor Griggs sabía que su esposa se quedaría con la mitad de su negocio si se divorciaban y, solo tres días antes de que desapareciera, abrió una nueva cuenta para esa empresa exclusivamente a su nombre.

"Andrew Griggs negó ser responsable de la desaparición de su esposa, pero este descubrimiento [del cuerpo] es una prueba más de que estuvo mintiendo todo el tiempo, causando una angustia aún mayor a todos los que conocían y amaban a Debbie", aseveró Kimber.

La policía de Kent anunció que ahora llevará a cabo más pruebas para establecer las causas de la muerte y realizarán nuevas investigaciones para establecer cómo llegaron los restos de la víctima a dicha propiedad.