El Departamento de Rehabilitaciones y Corrección de California informó el pasado viernes que está investigando la muerte de un recluso de la prisión estatal de High Desert a manos de dos de sus compañeros. Este es el tercer homicidio ocurrido en cárceles californianas en menos de dos semanas.
De acuerdo con el informe policial, la víctima fue identificada como Terence Coleman, de 51 años, quien fue agredido por William Lutts y Timothy Smith, de 39 y 40 años respectivamente. Asimismo, se detalló que Lutts sufrió heridas graves, por lo que tuvo ser trasladado a un hospital ajeno a la institución penitenciaria.
En el caso de Smith, las autoridades aseguraron que fue transferido a una unidad de aislamiento mientras se investigan las causas de los hechos. Además, precisaron que Lutts será colocado en una celda similar a la de Smith una vez que sea dado de alta del hospital.
Terence Coleman estaba cumpliendo una cadena perpetua, con posibilidad de libertad condicional, por los cargos de asalto con arma de fuego, robo en segundo grado y mutilación, perpetrados en el condado de Yolo. Anteriormente, fue sentenciado en dos ocasiones por robo. En el tiempo que permaneció en prisión, fue condenado a cumplir 12 años adicionales por homicidio voluntario.
Por su parte, William Lutts cumplía una pena de 18 años por asalto con arma de fuego a un oficial del orden público. En 2013, volvió a ser sentenciado a otros nueve años de prisión por agredir a una persona con un arma mortal. El pasado mes de marzo, recibió una condena de dos años por el delito de posesión de un arma. Por su parte, Smith estaba cumpliendo una cadena perpetua por los cargos de asesinato e intento de asesinato, que fueron cometidos en el condado de San Joaquín.
El pasado 5 de octubre, Robert Tunstall, de 64 años fue asesinado por Lawrence Adams, de 42 años, mientras estaban en el patio de recreación de la prisión estatal del Valle de Salinas, ubicada en el condado de Monterrey. Por otro lado, el 4 de octubre, Felipe Rodríguez, de 36 años, fue atacado mortalmente por Selso Orozco y Mike Calderón en un patio de la prisión estatal de California, en el condado de Sacramento.