Japón emprenderá su mayor expansión militar desde la Segunda Guerra Mundial en una carrera para contrarrestar la creciente influencia de China en la región del Indo-Pacífico, según funcionarios del Gobierno japonés y analistas de seguridad.
Takashi Kawakami, profesor de la Universidad Takushoku en Tokio, citado por South China Morning Post, considera que en 2027 el equilibrio del poder en Asia Oriental puede inclinarse a favor de China, ya que para aquel momento, el gigante asiático celebrará el centenario de la fundación del Ejército Popular de Liberación, y será el próximo hito importante en la hoja de ruta de la modernización militar.
En esa línea, el almirante Philip Davidson, comandante del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, señaló que la supuesta "amenaza" de China contra Taiwán podría "manifestarse" ese año. "Hay diferentes matices de opinión, pero, en general, los funcionarios del Gobierno comparten la misma visión sobre la importancia de 2027", manifestó un alto funcionario del Gobierno japonés involucrado en los planes de desarrollo de la defensa.
Para Tokio, una posible reunificación china podría ser un desastre porque pondría en peligro rutas de navegación clave que suministran casi todo su petróleo.
En julio, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, ganó las elecciones a la Cámara alta con la promesa de aumentar "sustancialmente" el gasto en defensa. Su gobernante Partido Liberal Democrático prometió duplicar el presupuesto militar a unos 10 billones de yenes (68.000 millones de dólares) en cinco años. Con los recursos adicionales, se podrán adquirir misiles de mayor alcance que pueden atacar buques de guerra distantes y objetivos terrestres en China o Corea del Norte.
Kishida dará a conocer los detalles de los planes de gastos militares en diciembre junto con una estrategia de seguridad renovada. Se espera que el plan le permita a su país tener un mayor papel en la seguridad regional junto con EE.UU., que tiene miles de tropas, cientos de aviones y decenas de buques de guerra desplegados en el territorio japonés.
Pretexto para armarse
Por su parte, el Ministerio de Exteriores chino acusó a Japón de usar a su país como pretexto para armarse. "Las fuerzas políticas de Japón han utilizado repetidamente a China como excusa para exagerar deliberadamente las tensiones regionales. Al hacerlo, la parte japonesa solo está buscando excusas para fortalecer su propio Ejército y expandirlo", afirmó la institución.
En tanto, el presidente de China, Xi Jinping, durante el XX Congreso del Partido Comunista chino, pidió acelerar los planes para construir un Ejército de clase mundial, y reiteró que su país nunca renunciaría al derecho de usar la fuerza para resolver la cuestión de Taiwán.