A poco más de un año de que El Salvador declarara el bitcóin como su segunda moneda de curso legal, la amplia mayoría de la población reprueba la implementación de esa política económica impulsada por el Gobierno de Nayib Bukele.
Una encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la jesuita Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), reveló que 61,3 % de la población reprueba la decisión del Gobierno de implementar el bitcóin como moneda legal, frente a un 38,5 % que aprueba la medida.
Además, a un año de la entrada en vigor de la Ley Bitcóin, el 65,5 % califica su aplicación como un "fracaso", en contraste con apenas un 16,5 % que considera la política como un "éxito".
Los resultados no son una sorpresa, ya que un sondeo previo realizado el año pasado por el mismo instituto advertía que 71 de cada 100 salvadoreños estaban interesados únicamente en usar dólares para hacer transacciones, pese a que el país había autorizado al bitcóin como segunda moneda local.
Un año más tarde, la cifra es reveladora: 76 de cada 100 salvadoreños declaran "que no han utilizado el bitcóin para hacer compras o pagos en lo que va del año 2022".
Crece el rechazo
Este no ha sido un año fácil para el Gobierno de Bukele. A pesar del entusiasmo con el que el mandatario presentó su ambiciosa apuesta por el bitcóin, el balance es poco alentador: la criptomoneda ha sufrido importantes pérdidas en la cotización, impactando directamente a las arcas públicas; se ha retrasado la emisión de los llamados 'Bonos volcán'; y hay un manto de opacidad en cómo el Estado ha manejado la adquisición de esos activos digitales.
Por ese motivo, el sondeo de la UCA detalla que 65 de cada 100 salvadoreños están en desacuerdo con la decisión de Bukele de seguir gastando dinero público para comprar el bitcóin, lo que explica que 77 de cada 100 rechacen que el Ejecutivo destine presupuesto para tal fin.
"Estos resultados muestran que la población salvadoreña tiene una opinión bastante crítica hacia esta política económica promovida por el actual Gobierno y hacia las decisiones gubernamentales que se han tomado para impulsarla en el país", precisa el informe.
Las razones que están detrás de este rechazo también tienen que ver con los magros resultados de la política de Bukele en las economías familiares. De acuerdo a la encuesta, 77 de cada 100 salvadoreños afirman que su situación no ha experimentado ningún cambio desde que la criptomoneda se convirtió en la moneda de curso legal.
De hecho, en una escala del 1 al 10, la valoración de los ciudadanos para el bitcóin fue de 4,61 puntos. La cifra, sin duda, pone un importante signo de reprobación a la gestión económica del mandatario.
77 de cada 100 salvadoreños afirman que su situación no ha experimentado ningún cambio desde que la criptomoneda se convirtió en la moneda de curso legal.
Si se pone la lupa en esa misma escala, un dato interesante que arroja el estudio es que la percepción negativa sobre el bitcóin varía según el sexo, la edad y el nivel educativo de los encuestados. Por ejemplo, las mujeres califican la política con 4,21 puntos (por debajo de la media); mientras que las personas de 65 años, lo ponderan con 4,09 puntos y las personas que no cuentan con una educación formal le ponen 3,39 puntos.
La reprobación, naturalmente, es muchísimo mayor para las personas "que consideran que su situación económica familiar ha empeorado en los últimos tres meses", ya que lo califican con 3,52 puntos.
"La medida más impopular"
Los resultados del estudio fueron presentados el martes de esta semana. Para el rector de la UCA, Andreu Oliva, "la encuesta confirma que [el bitcóin] es la medida más impopular del Gobierno de Nayib Bukele, la más criticada y la peor evaluada", refieren medios locales.
Una de las dudas planteadas por Oliva es la razón por la que Bukele no ha dado vuelta atrás con una medida tan impopular, especialmente porque el rechazo no solo proviene de la población sino también de organismos internacionales como el Fondo Monetario (FMI).
La semana pasada, el director del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, declaró a Bloomberg que había al menos tres obstáculos en la administración de Bukele que alejaban la posibilidad de un financiamiento del Fondo a El Salvador: la gobernabilidad, las cuestiones fiscales y el bitcóin.
El funcionario consideró que esos temas son "bastante desafiantes en este momento". En lo que respecta al bitcóin, el FMI ha sido taxativo, ya que desde el primer momento recomendó la derogación de la polémica ley de Bukele, al advertir sobre la volatilidad de la criptomoneda y las fallas que podrían vulnerar la integridad de los flujos de dinero, "debido al anonimato que brinda" el sistema de compra y venta.
Bukele, por su parte, ha decidido desoír las recomendaciones del Fondo, aunque ha mostrado menor entusiasmo por el bitcóin al menos en redes sociales. A principios de este mes, sin embargo, hizo público un artículo en el que defendió la idoneidad de su política económica y aseguró que trataba de luchar contra el "sistema mismo por el futuro de la humanidad".
En contraste con los datos de la encuesta de la UCA, el mandatario aseguró en su artículo que El Salvador ahora mismo es el epicentro de la adopción del bitcóin y, por ende, "de la libertad económica, la soberanía financiera, la resistencia a la censura, la riqueza no confiscable".