Andrés Felipe Ballesteros, el ciudadano de nacionalidad colombiana que desde hace ocho años se encontraba encarcelado, sin pruebas en su contra, en Tanzania, ha logrado finalmente su libertad este jueves, luego de que un juez lo declarara oficialmente libre.
"Mi hermano Andrés Felipe, en este momento, está escuchando del juez el documento que lo consagra como un hombre libre. ¡Lo logramos! Libertad", escribió Juan Ballesteros en Twitter, donde dio las gracias a todas las personas que se involucraron para ayudar a su familiar a salir de la cárcel y aportaron dinero para pagar la "multa" que exigía la justicia tanzana, debido a que el Estado, por cuestiones legales, no podía hacerlo.
Además, comentó que había sostenido una conversación con su hermano de un minuto y dijo que con su liberación él también sentía que salía de prisión. "Hablaremos más siendo libres. Yo también salgo de prisión. Ahora les cuento y procuraré un saludo para vosotros", agregó.
Por su parte, el periodista Andrés Felipe Giraldo, quien se ha vinculado personalmente en el caso y se ha hecho amigo de la familia, detalló que el viaje de retorno de Ballesteros comenzará la noche de este jueves y se espera que llegue a Colombia el próximo sábado.
"El sábado 22 (de octubre), a las 2:00 pm, estará aterrizando en el Aeropuerto El Dorado en vuelo de KLM procedente de Amsterdam. Recíbanlo por mí, con amor", escribió Giraldo en Twitter, quien no podrá asistir a la llegada de Ballesteros porque se encuentra trabajando en la provincia de Mocoa.
"El sábado vayan, por favor. El abrazo de sus compatriotas será la reivindicación del pueblo para resarcir lo que el Estado no quiso hacer en ocho años. Bastaron dos meses de voluntad política y un gobierno popular para darle la libertad a un nadie abandonado. Vamos todos a El Dorado", señaló el comunicador, quien detalló que los gastos del retorno de Andrés, incluyendo pasajes, son pagados con el excedente de dinero que aportó la ciudadanía colombiana para liberarlo.
El caso de Ballesteros
Andrés Felipe Ballesteros Uribe, que ahora tiene 36 años, fue encarcelado hace ocho años, en un procedimiento irregular y sin pruebas, en una cárcel de Tanzania, en la costa este de África central.
El hecho ocurrió en agosto de 2014, luego de que Ballesteros realizara un viaje de vacaciones para celebrar su cumpleaños número 28. El plan era visitar las playas de ese país y conocer un nuevo destino, una de sus pasiones.
En Colombia lo despidieron su esposa, padres e hijos: una niña de siete años, que ahora tiene 15; y un recién nacido que ya tiene ocho años.
Al aterrizar en Dar es-Salam, la ciudad que alberga la sede del Gobierno de Tanzania y la más poblada de ese país, el viaje de Ballesteros se convirtió en un infierno. La policía local lo detuvo y lo aislaron de los demás pasajeros.
Los funcionarios lo llevaron a una habitación mientras le hacían preguntas en un idioma que no entendía. Además no sabía de qué lo acusaban. Le abrieron un expediente por supuesto tráfico de drogas, un cargo que la Fiscalía de ese país nunca le pudo comprobar.
Desde entonces, lo mantuvieron encerrado en la cárcel de Keko, que de acuerdo al periodista Giraldo, es "una prisión de condiciones infrahumanas" donde cohabitan unos 1.600 reclusos, muchos de ellos en la misma situación de Ballesteros, mientras aguantan temperaturas sobre "los 40º centígrados a la sombra, sin agua y sin alimentos".
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!