El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este viernes por unaminidad una resolución que impone sanciones a los líderes de las bandas armadas que han desatado la violencia en Haití.
Las medidas coercitivas, que afectan a los líderes pandilleros como Jimmy Cherizier, alias 'Barbecue', implican la prohibición de viajes, el congelamiento de activos y el embargo de armas. En paralelo, el Consejo designó a un panel de expertos para verificar el cumplimiento de exenciones para ayudas internacionales o procesos judiciales.
La resolución, propuesta por EE.UU. y México, se adopta en medio del agravamiento de la crisis en el país caribeño y la reciente petición del primer ministro, Ariel Henry, para que fuerzas internacionales intervengan en Haití.
En el texto, además, se llama al diálogo entre los actores en conflicto y se exige "el cese inmediato de la violencia, las actividades delictivas y los abusos contra los derechos humanos que socavan la paz, la estabilidad y la seguridad de Haití y la región, incluidos los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, y homicidios, ejecuciones extrajudiciales y reclutamiento de niños por grupos armados y redes criminales".
¿Por qué sancionan a las pandillas?
El texto destaca las sanciones individuales a líderes como 'Barbecue', quien encabeza la alianza pandillera conocida como la 'G-9'. Esa organización criminal es la responsable del bloqueo de combustible en la terminal de Varreaux, que ha puesto en jaque a buena parte del país.
Previamente, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que había un "dramático deterioro" de la seguridad en el país debido al bloqueo de los combustibles, lo que a su vez impactaba en la distribución de agua y en las labores de saneamiento, permitiendo el resurgimiento del cólera.
El asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021, ha sido un parteaguas para Haití, que tiene décadas arrastrando diversas crisis políticas y sociales. El magnicidio, perpetrado por un comando de mercenarios, todavía no ha sido esclarecido y la inestabilidad es la norma.
Ante la imposibilidad del Gobierno por afrontar la situación y el postergado llamado a nuevas elecciones, las poderosas pandillas han tomado el país, alimentadas por armas que en su mayoría provienen de EE.UU.
En la resolución de este viernes, el Consejo de Seguridad reconoce "la necesidad urgente de abordar los flujos financieros ilícitos hacia Haití que permiten operar a las bandas armadas y representan una amenaza creciente para la estabilidad del país, incluso dando prioridad a romper los vínculos entre los actores políticos y económicos y las bandas".
Las turbulencias en el país caribeño han traído consigo un fuerte incremento de los precios, que acrecienta el descontento de la población contra el Gobierno, en medio del temor por la posibilidad de otra intervención militar.
Desde el Gobierno haitiano alegan que una incursión de fuerzas internacionales permitiría detener la violencia de las pandillas, pero la propuesta también ha levantado el rechazo de la población y organizaciones civiles.