Una supercolonia de 'Wasmannia auropunctata', comúnmente conocida como 'hormiga de fuego' o 'eléctrica', fue detectada por primera vez en la Francia continental, informó este viernes el periódico LaDepeche.
Este insecto social es muy pequeño (mide alrededor de 1,5 mm de largo) y de color castaño, pero la característica por la que es más conocido es su picadura extremadamente dolorosa, que le ha valido sus apodos.
También es altamente invasiva. "Originaria de América del Sur, ahora se encuentra en todas partes", explica la doctora Audrey Dussutour, directora de investigación del Centro Nacional de Estudios Científicos en Toulouse.
"Ya estamos lidiando con una 'supercolonia', por lo que creemos que llevan allí aproximadamente un año", señaló Olivier Blight, un investigador del Instituto Mediterráneo de Biodiversidad y Ecología de la Universidad de Avignon que identificó formalmente la especie en Tolón, en el sur de Francia, en septiembre de este año.
Se trata del segundo caso de la presencia de estos peligrosos insectos en Europa, después de que la primera colonia fuera encontrada en Málaga, España, en 2018.
"Cuando ocupan una posición dominante, se vuelven muy agresivas con otras especies de hormigas. En cambio, su agresividad hacia las hormigas de la misma especie disminuye", explica Blight. "En los bosques de Nueva Caledonia de los que se han apoderado ya no se escuchan los sonidos de otros insectos", agregó.
Aparte del peligro que representa la 'Wasmannia auropunctata' para la ecología, también constituye un riesgo para las mascotas y los humanos. Su picadura provoca una sensación prolongada de escozor en los humanos que puede durar de dos a tres horas. "En los cafetales de Colombia es un desastre", señala la experta. La hormiga eléctrica también puede causar un 'shock' anafiláctico en personas alérgicas.
Además, la erradicación de esta plaga es costosa. En el estado australiano de Queensland, colonizado por estas hormigas en 2006, ya se han destinado 30 millones de dólares a la lucha para destruirlas.