Consumidores europeos, estadounidenses y asiáticos están volviendo a los "comportamientos de compra de austeridad", habituales en las décadas de los 70 y 80, debido al creciente aumento de los precios, informó el diario británico Financial Times (FT).
La inflación actual reduce los presupuestos de la gente para alimentos y artículos de uso doméstico. Según un estudio del grupo de datos IRI, los compradores visitan varias tiendas para conseguir las ofertas más baratas.
Al mismo tiempo, los consumidores retoman prácticas como preparar almuerzos en casa para llevarlos al trabajo, comprar alimentos rancios que se venden a precio reducido en los supermercados y reducir el consumo de alcohol.
Las ventas de alcohol durante la temporada de verano no fueron "ni de lejos lo que solían ser en años anteriores", indicó Ananda Roy, vicepresidente sénior de IRI. Las cifras ya han disminuido un 6,7 % interanual durante 2022.
Además, los datos muestran que la tasa de crecimiento de la compra de alimentos envasados listos para el consumo se ha reducido a la mitad en términos interanuales, situándose en solo un 1,5 %, especifica el periódico.
De acuerdo con el estudio, la gente también está recortando sus compras de artículos más caros, como la ropa.
En Europa, el éxito de los productos de marcas propias de supermercados se debe al crecimiento de las tiendas de descuento, con productos más baratos. Estas marcas están volviendo a los niveles anteriores a la pandemia y en la actualidad representan el 36 % de las ventas de bienes de consumo envasados.
Según Roy, los productos de etiqueta privada se están abriendo paso incluso en áreas como la alimentación infantil, donde los padres son tradicionalmente fieles a las marcas conocidas.
En la primera mitad de 2023, los pequeños y medianos fabricantes de alimentos van a desatar una "guerra de precios" porque estarán desesperados por mantener los volúmenes de ventas, explicó el ejecutivo.
Este año, en la Unión Europea y EE.UU. se registra un nivel de inflación récord provocado por el aumento de los precios de la energía. La escasez de suministro se ha agravado tras la imposición de sanciones antirrusas, que incluyen la prohibición de una serie de combustibles procedentes de Rusia.