El Subcomité para la Prevención de la Tortura de las Naciones Unidas (SPT) anunció la suspensión de su visita a Australia, debido a obstáculos interpuestos por las autoridades locales que imposibilitaron la debida inspección a las instalaciones penitenciarias del país.
En un comunicado emitido el pasado domingo, la delegación del SPT denunció que se le impidió "visitar diversos lugares donde se encuentran personas detenidas" y que "experimentó dificultades para realizar visitas completas en otros sitios", al tiempo que tampoco recibió "toda la información y documentación relevante" que había solicitado.
"A pesar de sus continuos esfuerzos por involucrar a las autoridades para resolver los problemas, el SPT siguió afrontando la obstrucción al ejercicio de su mandato", informó la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, agregando que, en consecuencia, la visita planeada "se vio comprometida hasta tal punto que no hubo otra opción que suspenderla".
La misión del organismo de la ONU a Australia estaba planificada para 12 días, del 16 al 27 de octubre. Aisha Shujune Muhammad, quien encabezaba la delegación, denunció "una clara violación, por parte de Australia, de sus obligaciones en virtud del OPCAT [Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes]".
Por su parte, el Gobierno australiano lamentó la decisión del SPT de suspender la visita al país, y calificó de "decepcionante" que las autoridades de Nueva Gales del Sur negaran a la delegación el permiso de visitar cualquier centro de detención ubicado en el territorio del estado.
"El SPT experimentó algunas dificultades para acceder a determinados lugares de detención en jurisdicciones que no fueran de Nueva Gales del Sur. Esas dificultades fueron desafortunadas, pero de buena fe se emprendieron intentos de resolverlas. El acceso a los lugares de detención gestionados por la Mancomunidad se facilitó en todos los casos", detalló el organismo este lunes.
El Gobierno de Australia aseguró que la suspensión de la misión de la ONU no cambia su compromiso con la "protección de los derechos humanos a nivel nacional e internacional".