Investigadores europeos proponen usar un 'imán cósmico' para sustituir a las tierras raras y sortear la hegemonía china
Los metales de tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que constituyen actualmente un componente imprescindible para la producción de materiales clave de los sectores de consumo de alta tecnología, como las industrias electrónica y electroóptica, las tecnologías de la información, la biomedicina, la protección del medio ambiente o la conservación de la energía.
El 70 % de yacimientos de estos elementos se encuentran en China, que actualmente provee el 80 % del suministro mundial. En este contexto, la nación asiática advirtió en 2019 que podría reducir las exportaciones para contraatacar en su guerra comercial con EE.UU.
Sin embargo, ahora la hegemonía china podría verse socavada si se confirma que la tetrataenita, una aleación de hierro y níquel con una determinada estructura de átomos con propiedades magnéticas, podría servir como un reemplazo de los imanes de las tierras raras. Según un método propuesto por científicos de la Universidad de Cambridge y de la Academia Austriaca de Ciencias, este material podría ser usado para fabricar los imanes de alto rendimiento utilizados en turbinas eólicas y automóviles eléctricos, expone en un comunicado la universidad británica.
La tetrataenita no existe en la naturaleza, pero puede ser encontrada en meteoritos. Los intentos de producirla en laboratorio, realizados en los años 1960, se basaron en métodos muy costosos, como 'bombardear' una aleación de hierro y níquel con neutrones.
Ahora, el reciente estudio, publicado en la revista Advanced Science, ha concluido que la adición de un elemento tan común como el fósforo acelera drásticamente la formación de la tetrataenita, un proceso que en condiciones naturales duraría millones de años. El hallazgo podría significar que es posible crear tetrataenita artificialmente y a gran escala sin recurrir a ninguna tecnología costosa.
Los imanes de alto rendimiento son un elemento clave para construir una economía sin emisiones de carbono. Los mejores imanes capaces de mantener su estado de magnetización durante un largo período de tiempo contienen elementos de tierras raras.