La tripulación del portaaviones estadounidense USS George H. W. Bush, que se encuentra actualmente en aguas europeas, asegura que está lista para unirse al combate contra Rusia si recibe tal orden.
El comandante del grupo de ataque del portaaviones, el contraalmirante Dennis Velez, dijo a Sky News que su mensaje a Rusia es que sus hombres y mujeres están "listos para cualquier misión".
Cuando se le preguntó si estaba listo para la guerra de ser necesario, respondió: "Este barco, este grupo de ataque, nuestros aliados: estamos listos para cualquier cosa. Lo demostramos todos los días".
"Creo que los pilotos de la marina entrenados en Estados Unidos, sin duda, son los mejores del mundo… Todo lo que hacemos aquí es entrenar y prepararnos para una batalla que podría ocurrir", sostuvo la teniente Cordan Mackenzie, que forma parte de la tripulación.
El portaaviones participa en una serie relativamente nueva de ejercicios de la OTAN llamados Neptune Strike. En los últimos días, sus aviones han volado hasta Lituania y Polonia, donde operan junto con aviones militares de otros países aliados, buques de guerra y fuerzas terrestres de la Alianza Atlántica.
"Consecuencias catastróficas"
Mientras tanto, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, advirtió el miércoles que la participación de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en los combates en Ucrania tendría "consecuencias catastróficas". Añadió que fomentar la tensión no responde a los intereses de Washington.
"Ya hemos llamado oficialmente la atención de altos funcionarios estadounidenses sobre la inadmisibilidad de las declaraciones de alarde de los comandantes del Ejército de los Estados Unidos", dijo el diplomático a Newsweek.
Antónov argumentó que "Washington se está involucrando cada vez más en el conflicto en Ucrania" y Moscú no va a "tolerar una situación en la que las amenazas militares aumenten" en sus fronteras.