En medio de la crisis energética en Europa, los precios de la leña se han disparado mientras las personas buscan fuentes de calefacción más baratas a medida que el clima se vuelve más frío.
Además, se han denunciado desabastecimientos, robos y estafas mientras crecen los temores sobre el impacto ambiental del aumento de la contaminación del aire y la tala de árboles, así como los riesgos de la quema de madera para la salud, recoge AP.
En países como Moldavia, las autoridades han mostrado preocupación sobre las consecuencias devastadoras que puede tener el invierno para muchos de sus habitantes debido al alto costo de la electricidad y la calefacción, ya que los precios del gas natural casi triplican lo que eran a principios de 2021.
Países como Alemania, Polonia, República Checa, Reino Unido y Dinamarca también han experimentado un aumento en los precios y la demanda de leña.
La agencia de estadísticas de Alemania informó que los precios de la leña y los 'pellets' de madera hechos de aserrín que se pueden usar en la calefacción central del hogar aumentaron más del 85 % en agosto respecto al año anterior. A pesar de que sus precios por tonelada cayeron un 2,6 % en octubre, siguen siendo casi un 200 % más altos que hace un año, según el instituto germano de 'pellets'.
Sin embargo, la calefacción con 'pellets', a un valor de 14,88 centavos, continúa siendo más barata que el gas natural, que cuesta 20,9 centavos por kilovatio hora de calor.
En este contexto, los bosques estatales checos, que venden madera solo para consumo doméstico, han tenido que limitar la cantidad de leña que suministran a particulares para evitar compras especulativas.
En Polonia, la demanda de leña pequeña de los bosques estatales creció un 46 % y la de leña más grande aumentó un 42 % hasta finales de agosto respecto al año anterior, incluso antes del otoño, cuando la demanda es mayor.
Mientras, en Reino Unido los precios también están subiendo. Según Nic Snell, director general de Certainly Wood, que se presenta como el mayor proveedor de leña del país, el precio de la madera dura secada al horno de su empresa es entre un 15 % y un 20 % más alto que el año pasado, apuntando que este "podría aumentar a medida que el clima se vuelve más frío".
Asimismo, en Dinamarca la demanda de estufas de leña ha ido en aumento junto con la propia leña. El sitio de ventas danés DBA indicó que las búsquedas de 'pellets' de madera se dispararon más de un 1.300 % el año pasado.
Este incremento de precios ha despertado el temor de los pequeños propietarios de parcelas forestales, que podrían enfrentarse a grandes pérdidas en caso de sufrir el robo de una pila de troncos. En este sentido, el departamento forestal del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia ha optado por el uso de dispositivos de rastreo GPS ocultos en los leños.