Apenas un día después de confirmarse la adquisición de Twitter por Elon Musk, la plataforma se ha visto bombardeada por insultos y memes racistas.
Según un reporte de The Washington Post, varias cuentas anónimas tuitearon insultos contra personas de color y contra judíos, mientras que otros cambiaron sus fotos de perfil por una esvástica en un intento de demostrar que ya no había reglas que los detuvieran.
Asimismo, el Instituto de Investigación sobre el Contagio en la Red (NCRI, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que estudia la desinformación en las plataformas sociales, dijo la mañana del viernes que había observado un fuerte aumento de 'la palabra con N' en Twitter, en referencia a la palabra 'nigger', una forma ofensiva de referirse a las personas de raza negra.
"La evidencia sugiere que los malos actores están tratando de probar los límites de Twitter", dijo el grupo. "Por ejemplo, durante las últimas 12 horas, el uso de 'la palabra con N' ha aumentado casi un 500 % con respecto al promedio anterior", agregó.
Por su parte, el jefe de seguridad e integridad de Twitter, Yoel Roth, dijo que la plataforma había sido atacada en un intento de hacer que los usuarios piensen que Twitter ha reducido o debilitado sus políticas de contenido tras la compra de Musk.
En este sentido, expuso que una "tonelada" de publicaciones con insultos y otros términos despectivos habían sido publicados por un pequeño número de cuentas. "Más de 50.000 tuits que usan repetidamente un insulto en particular provinieron de solo 300 cuentas", explicó, agregando que esas cuentas no eran auténticas y que los usuarios involucrados habían sido prohibidos.
Asimismo, Musk escribió que "aún" no se han producido cambios en las políticas de contenido de Twitter y anunció la creación de un "consejo de moderación de contenido", recalcando que no se tomarán decisiones sobre políticas de contenido o restablecimientos de cuentas hasta que no se haya reunido.
El magnate ha expresado en varias ocasiones su interés por convertir a la red social en una plataforma de libertad de expresión, así como por acabar con las prohibiciones permanentes de las cuentas de los usuarios, lo que ha generado preocupaciones sobre cómo afectaría a la gestión del acoso, la desinformación y la moderación de contenidos en general.