El edificio de una antigua escuela de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) fue desmantelado por delincuentes que se llevaron ladrillos, ventanas, inodoros, la plomería y las instalaciones eléctricas. "Era una buena escuela, pero con los años las bandas de narcotraficantes se adueñaron del área", comentó un extrabajador del Uitzig Secondary School, que se negó a compartir su nombre por temor a las pandillas.
Una vez que el establecimiento fue definitivamente cerrado en 2019, los hechos de vandalismo aumentaron y ladrones aprovecharon para llevarse todo lo que encontraron. "No bromeo cuando digo que el día después de que se cerrara, los ladrones entraron y robaron la escuela ladrillo por ladrillo y ventana por ventana hasta que todo desapareció", agregó.
Según contó, los ladrillos fueron vendidos a 50 centavos de rand cada uno (0,028 dólares) y cada ventana, a 100 rands (0,55 dólares). Además, expresó que "todos los lavabos e inodoros, cisternas, tuberías de plomería y electricidad se fueron" y añadió que "no quedaba nada, excepto los pisos de concreto donde solían estar los edificios, y que ahora es solo un espacio abierto abandonado donde gente mala pasa el rato".