La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, afirmó este viernes que detrás del atentado contra su vida no hubo simples "indignados", sino "empresarios ligados con el macrismo".
"Los supuestos indignados estaban pagados por empresarios identificados con el gobierno que endeudó a Argentina", dijo la exmandataria durante un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en la ciudad bonaerense de Pilar.
La titular del Senado recordó detalles del episodio ocurrido el pasado 1 de septiembre, cuando un hombre intentó dispararle con un arma en la cabeza.
"Yo no me di cuenta del arma que empuñaron y que pretendía en los hechos volarme la cabeza", señaló Fernández de Kirchner. Y añadió: "Dicen los psiquiatras que es mucho mejor, porque el trauma es algo que no puede olvidarse".
En su discurso, Cristina Fernández expresó su desconfianza respecto al accionar de la Justicia para esclarecer el hecho: "No va a investigar nada el atentado", indicó y sostuvo que al "partido judicial", en referencia a los jueces que supuestamente responden al macrismo, ella sirve "de acusada (en causas de corrupción), no de víctima".
Durante el acto, el primero luego del ataque, el público cantó "Cristina presidenta", pensando en las elecciones de octubre del próximo año.
"Yo voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que permita recuperar la ilusión. Éramos un pueblo alegre en 2015. Volvamos a recuperar esa alegría que tuvimos alguna vez: la alegría de que el sueldo alcanzaba, que había trabajo y que había futuro. Esa alegría nos la merecemos todos los argentinos", dijo la vicepresidenta.
La Justicia investiga a los integrantes de Revolución Federal, una agrupación de ultraderecha que habría recibido financiamiento de parte de la empresa Caputo Hermanos, perteneciente a la familia de Luis Caputo, exministro de Finanzas del gobierno de Cambiemos.
Cuatro miembros de Revolución Federal que habían sido detenidos fueron liberados esta semana, aunque continuarán procesados.
Luego de la liberación, el presidente Alberto Fernández cuestionó a los jueces de la Cámara Federal de la ciudad de Buenos Aires, quienes habían sido nombrados mediante un decreto de Macri, en una forma "contraria a la constitución", subrayó el mandatario.
"Pareciera que, lejos de querer esclarecer el hecho y llegar a sus máximos responsables, están empecinados en tapar lo obvio: que una banda criminal con ramificaciones y financiamiento oscuro atentó contra la vida de la vicepresidenta de la Nación", dijo Fernández.