Este lunes ha arrancado una huelga indefinida de los médicos que cubren las urgencias extrahospitalarias en la Comunidad de Madrid. La medida pretende denunciar el caos y la desprotección para la población que supone el plan que se puso en marcha la semana pasada en la región, según denuncia el sindicato convocante, Amyts.
Por su parte, la Consejería de Sanidad ha fijado unos servicios mínimos del 100 %, alegando que se trata de un servicio esencial, algo que ha denunciado el sindicato médico al considerar que vulnera su derecho a huelga.
El nuevo plan contempla la apertura de 78 urgencias en centros de salud que sustituyen a los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que estuvieron cerrados durante los dos años de pandemia, y los 41 Servicios de Atención Rurales (SAR). Los médicos denuncian que se pretende dar servicio en los 78 nuevos centros con el personal que atendía los 41 SAR.
La nueva protesta se produce en medio de duras críticas sobre el caos en la apertura de estos dispositivos. La mayoría del personal fue avisado mediante correo electrónico durante la madrugada del pasado jueves, el mismo día en el que comenzaban a trabajar.
Además, esta huelga viene precedida de otra que se extendió entre el viernes y el domingo, después de que los cuatro sindicatos que habían firmado un principio de acuerdo en la Mesa Sectorial de Sanidad, dieran por roto el pacto.
Centros abiertos sin personal médico
Si bien el ejecutivo regional, presidido por la conservadora Isabel Díaz Ayuso, ha informado de que el 100 % de los centros que abrieron contaba con personal sanitario, tan solo el 57 % de ellos tenían equipos completos, compuestos por médico, enfermero y celador.
Además, los trabajadores denuncian la falta sistemática de personal y de material sanitario y de limpieza. También critican las condiciones laborales, con avisos sin antelación y modificaciones de las condiciones, como el número de horas y el lugar de trabajo.
Cascada de dimisiones
Como consecuencia de la implantación de este nuevo plan de atención a las urgencias extrahospitalarias, en las últimas semanas se ha producido una cascada de dimisiones en el departamento de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
La última se produjo el pasado viernes cuando dimitió en bloque la Dirección Asistencial Sureste de Madrid, una de las siete en que se divide la administración de los centros sanitarios del territorio.
Con anterioridad dejó su cargo la gerente de Atención Primaria, Sonia Martínez, y su número dos, Nuria Fernández. Previamente abandonó su puesto el gerente del Suma 112 (Servicio de Urgencias Médicas de Madrid), Pablo Busca, y fue cesado el director general de Asistencia Sanitaria de la Administración, Jesús Vázquez.
El problema sanitario en la región se centra en la falta de recursos humanos, con 200 vacantes para médicos de familia. El problema se agravará en los próximos años, puesto que está previsto que en la próxima década se jubile el 35 % de la plantilla de médicos y el 23 % de la de enfermería.
Manifestaciones
La protesta tendrá continuidad el próximo domingo, 13 de noviembre, cuando hay convocada una manifestación que se prevé multitudinaria y que recorrerá las calles de Madrid en cuatro columnas que confluirán en la Plaza de Cibeles.
Bajo el lema 'Madrid se levanta por la Sanidad Pública. Contra el Plan de Destrucción de la Atención Primaria', esta nueva protesta dará continuidad a múltiples movilizaciones que se han producido en la región para protestar por el estado de la Sanidad y, sobre todo, de la atención primaria.