En Estados Unidos han iniciado las elecciones de medio término, que decidirán qué partido tendrá el control sobre las dos cámaras del Congreso. Más de 44 millones de estadounidenses ya han votado de forma anticipada, mientras que millones de personas más acuden este martes a las urnas.
De costa a costa, los demócratas y republicanos cerraron sus campañas el lunes, haciendo el último llamado a los votantes ante una tensa jornada electoral. Los republicanos se perfilan como favoritos para obtener la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas no quieren ceder sus estrechas mayorías en ambas cámaras del Congreso.
Aspiraciones de Biden y Trump
"Creo que ganaremos el Senado. Creo que es más difícil con la Cámara de Representantes", afirmó Biden el lunes a su regreso a la Casa Blanca después de un evento de campaña en el estado de Maryland, donde aprovechó para advertir que la democracia estadounidense "está en riesgo" ante potenciales triunfos de los republicanos que podrían reconfigurar las políticas del país.
Por su parte, el exmandatario Donald Trump instó a votar por el Partido Republicano. "Si quieren frenar la destrucción de nuestro país y salvar el sueño americano, entonces mañana deben votar por los republicanos en la gigantesca ola roja de la que todos hemos escuchado", declaró el lunes en un mitin en Ohio.
Elecciones en un clima de ansiedad económica
Las elecciones de medio término transcurren en un entorno de frustración que sienten muchos votantes ante la actual situación económica. La encuesta en línea de Reuters e Ipsos, llevada a cabo entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre, mostró que un 29 % de los votantes creen que la inflación es el problema más grave que EE.UU. enfrenta hoy en día, mientras que otro 15 % expresa preocupación por los empleos y la economía en general.
Incluso una encuesta de The Washington Post y ABC muestra que los estadounidenses priorizan las preocupaciones económicas, como el aumento de los precios. Esto se traduce en apoyo a los republicanos en temas como la economía, la lucha contra la delincuencia y la gestión de la inflación.
"Lo que podría explicar una pérdida de la mayoría del Partido Demócrata en las cámaras sería, por un lado, el incumplimiento de las promesas electorales", estima el analista Pablo García Varela. Por el otro, "la sociedad estadounidense, especialmente su clase trabajadora, sus capas más populares tampoco han visto mejoras en sus condiciones de vida con la llegada de Biden a la Casa Blanca", señala.
El subdirector y responsable del área de geopolítica y antiimperialismo de la revista Comuna, Pablo García Varela, opina que el incumplimiento de promesas electorales y los problemas de índole económico y social de la clase obrera, entre otras razones, pueden perjudicar los resultados de los demócratas. Sin embargo, el experto no espera que la política estadounidense sufra una gran transformación en caso de que se consagre una mayoría republicana.
¿Cuándo se sabrán los resultados?
Debido al sistema electoral descentralizado, el conteo de votos podría prolongarse y podrían pasar días o incluso semanas antes de que se den a conocer los resultados definitivos de las elecciones. En EE.UU., son las autoridades locales las responsables del escrutinio y cómputo, y son los estados quienes certifican los resultados.
Como no existe ninguna agencia federal para anunciar de inmediato a los ganadores y los estados no necesariamente realizan el recuento al mismo tiempo, los resultados podrían demorar en ciertos lugares y darse a conocer antes en otros. Además, las reglas sobre las fechas para contar las papeletas o celebrar segundas vueltas también difieren en función de cada localidad.
Es por eso que en la historia moderna ningún estado ha brindado los resultados definitivos la noche de las elecciones, y es altamente probable que este martes tampoco sea una excepción.
Es posible que las reñidas contiendas en Pensilvania, Arizona y Georgia determinen quién controlará el Senado. Si ningún candidato por Georgia, uno de los estados con el desenlace más impredecible y con el potencial de ser decisivo, recibe más del 50 % de los votos, se programaría una segunda vuelta para el 6 de diciembre, lo que significa que el control del Senado no se esclarecería durante un mes.
Dado que los demócratas votan por correo con más frecuencia que los republicanos, los estados que permiten el recuento temprano de los votos por correo podrían reportar grandes avances de los demócratas en un principio, y luego, con el recuento de los votos por los republicanos, emitidos el día de los comicios, la tendencia podría cambiar.