El Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir tomó este miércoles la sede del Banco Central de Argentina para reclamar por la represión policial que padecen en sus territorios, el saqueo de sus recursos naturales y la criminalización de las comunidades.
Las activistas llegaron al mediodía a la sede de la máxima institución bancaria del país, ubicada en el centro de Buenos Aires, con mantas y pancartas en las que plasmaron sus demandas.
También distribuyeron un comunicado dirigido a las naciones indígenas que conforman la plurinacionalidad de los territorios de este país, al resto de los argentinos y a los pueblos del mundo.
"Nosotras, mujeres de distintas Naciones Indígenas, provenientes de diferentes territorios en conflicto, enviadas por nuestras ancestras y fuerzas telúricas, nos hemos constituido en una ocupación pacífica en el interior del Banco Central", señalaron el escrito.
La elección de este espacio no es casual, explicaron, ya que encarna "la especulación indolente del empresariado nacional y transnacional", en complicidad con el Estado argentino.
"Las políticas de presión y represión sobre los pueblos indígenas son impuestas desde ese sector, como así también la habilitación a empresas extractivistas y el latifundio transnacional para la avanzada de muerte sobre nuestros territorios, fortificando y expandiendo la militarización sobre la vida de los pueblos indígenas", denunciaron, al considerar que en el Banco Central se define un modelo de país terricida.
"Desde este lugar se le asigna presupuesto a todo aquello que genera muerte, nosotras les exigimos emplazar una agenda por la vida. Somos voceras de la tierra diciendo basta. La vida no se negocia", señalaron.
Entre los reclamos, incluyen la abolición del 'chineo', una práctica colonial que todavía persiste en las comunidades y que permite que hombres blancos cometan violaciones grupales en contra de mujeres indígenas, incluidas menores de edad.
Además, exigen la liberación de las dirigentes mapuches que fueron detenidas el mes pasado durante una protesta en la provincia de Río Negro, en el sur del país. Las activistas las consideran presas políticas.
Otras de las demandas son la desmilitarización de todos los territorios indígenas y fin de los desalojos de las comunidades, así como el reconocimiento y restitución de sus territorios.
En la inédita movilización participaron mujeres de las naciones Tapiete, Wichi, Mapuche, Tehuelche, Aymara, Quechua, Qom y Kolla, quienes en los últimos años han visibilizado sus luchas con diferentes acciones que han llegado hasta la capital del país.
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