La Policía Nacional de España, en colaboración con Europol y autoridades estadounidenses, anunció la desarticulación, con la detención de un total de 175 personas, de una red que favorecía la entrada en el país ibérico de migrantes, en su mayoría de origen indio y nepalí, que tenían con destino final EE.UU.
La red operaba en Madrid y estaba compuesta por 16 personas, que cobraban hasta 30.000 euros (31.000 de dólares) a los migrantes, a los que también proporcionaban documentación falsa. Se estima que durante este año la organización habría facilitado el tráfico ilegal de más de 450 personas y proporcionado más de 500 documentos falsos, principalmente permisos de residencia y visados de países europeos y países Schengen.
En ocasiones, los delincuentes se aprovechaban del parecido en la apariencia de los verdaderos titulares de documentos robados con los migrantes para engañar a las autoridades de control fronterizo.
Recientemente, los agentes frustraron el traslado inminente de 33 personas que vivían hacinados en varios "pisos patera" de Madrid "en condiciones de hacinamiento e insalubridad". Allí, los migrantes generalmente esperaban su salida a México, para luego cruzar la frontera con EE.UU.
Según detalla la nota de la Policía española, la investigación, que se ha desarrollado a lo largo de diez meses, se inició tras detectarse en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas un "incremento sustancial" de ciudadanos de la región del Indostán que tenían por destino México y que portaban documentación falsificada.
A lo largo de ese tiempo, los agentes detuvieron a 159 personas en el aeropuerto madrileño por el delito de falsedad documental e incautaron 168 documentos falsos. Durante el operativo final desarrollado en Madrid, se registraron cinco domicilios e inspeccionaron dos establecimientos en los que se arrestó a 16 personas más.
La organización desmantelada cooperaba con otras células criminales afincadas en Turquía y Grecia.