Un electricista sobrevivió luego de caer la semana pasada a un horno con aluminio fundido a una temperatura de 720 grados centígrados.
El operario de 25 años estaba realizando tareas de mantenimiento en una fabrica de la ciudad suiza de San Galo. Según medios locales, el hombre se cayó por una abertura del horno y se zambulló en el aluminio hasta las rodillas. Afortunadamente, pudo sostenerse y levantarse de nuevo.
Posteriormente fue atendido por el servicio de emergencias médicas y trasladado a un hospital cercano con extensas quemaduras y heridas en su cuerpo.
La Policía de San Galo se encuentra investigando las causas del suceso.