Rosângela da Silva, más conocida como Janja, ha tenido un destacado papel en la campaña electoral de su marido, Luiz Inácio Lula da Silva. A Janja, de 56 años, se la vio junto al líder de izquierda en la mayoría de mítines, donde no solo le acompañó, sino que también habló o incluso cantó.
A partir del 1 de enero de 2023, Janja, militante desde que tenía 17 años del Partido de los Trabajadores (PT), socióloga, extrabajadora en la central hidroeléctrica Itaipú y que también estuvo junto a Lula en sus peores momentos en prisión, se convertirá en la primera dama de Brasil.
"He logrado la proeza, estando preso, de conseguir una novia y que acepte casarse conmigo", anunció Lula nada más recuperar su libertad en noviembre de 2019 después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) considerase inconstitucional su encarcelamiento.
Este fin de semana, por primera vez, esta feminista, amante de los animales y de la música, concedió una entrevista al programa Fantástico de TV Globo donde dejó claros sus compromisos: la lucha contra la violencia hacia las mujeres, la alimentación y el combate al racismo.
"Nuestro amuleto"
En mayo, la pareja, que vive en Sao Paulo, se dio el sí quiero. Tienen dos perros, Paris y Resistencia, esta última considerada un "símbolo" porque fue rescatada en las vigilias en Curitiba, donde estuvo privado de libertad el petista. Janja dice que piensan llevar a la perra a la toma de posesión en el Palacio de Planalto, sede presidencial.
"Es todo un símbolo. Es nuestro amuleto. Fue adoptada en la vigilia, donde estuvo algunos días. Pero hacía mucho frío en Curitiba y enfermó. Y yo dije: 'Venga, Resistencia, te vienes a mi casa'. Se lo conté a él en una carta: 'oye, tenemos una hija nueva'. La gente en la vigilia siempre decía 'Resistencia subirá la rampa de Planalto. Así que ella estará allí", aseguró.
Janja también habló de cómo comenzó su historia con Lula durante un partido de fútbol al que ella acudió porque iba a participar Chico Buarque. "Nos sentamos todos a almorzar (...) después él [Lula] pidió mi teléfono, me llamó y fue lindo. Comenzamos a aproximarnos", explicó.
Cuatro meses después de ese encuentro, Lula fue enviado a prisión, donde permanecería 580 días. "Lloré mucho porque no me lo creía", contó. La pareja empezó entonces una correspondencia diaria. Unas cartas que dice tener "secretamente guardadas".
"Le hacía un almuerzo todos los días. Tenía dos abogados que iban todos los días, uno por la mañana y otro por la tarde. Por la mañana me entregaban una carta suya y yo por las tardes se la devolvía", aseguró Janja.
El día más difícil que pasó Lula en prisión –relató– fue cuando conoció la noticia de la muerte de su nieto Arthur, de 7 años, por una meningitis meningocócica.
"No me voy a quedar en casa"
Durante la campaña fueron mucho las imágenes de Janja, que dice sentirse inspirada por primeras damas como Evita Perón o Michelle Obama, auxiliando a su marido en las decenas de actos que encabezó.
"Voy a continuar a su lado (...) él no va a salir a trabajar y yo me voy a quedar en casa. Eso va a ser difícil que ocurra, porque no es mi personalidad. Vamos a estar juntos, creo que prácticamente casi todo el tiempo. Contribuyendo en lo que pueda contribuir", espetó.
La espontaneidad y ligereza de Jana, a la que se le vio dando saltos de alegría la noche de victoria de Lula, se han convertido un sello de distinción. "¿Cómo primera dama será una característica también?", le preguntó la periodista.
"Es muy probable. Porque no soy una mujer de muchos protocolos. Creo que eso mío, eso de estar cerca, de querer hablar, de estar cara a cara, tal vez aporte un poquito a este momento que vamos a vivir en Brasil. Estar más cerca, sin mucha rigidez. Esperemos a la toma de posesión", afirmó.
Ella misma es responsable de la ceremonia de toma de posesión, en la que el presidente saliente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, deberá pasarle la banda presidencial a Lula, su enemigo político. Janja está preparando un gran evento con artistas que apoyaron al presidente electo.
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