Este lunes se cumplen dos años de la represión policial en Perú que ocasionó la muerte de Inti Sotelo y Bryan Pintado, durante las protestas en contra del entonces gobierno interino de Manuel Merino, en 2020. Después de 24 meses, las familias de los jóvenes aún no encuentran justicia.
Bryan, de 22 años, fue la primera víctima mortal reportada en la noche del 14 de noviembre. El joven fue impactado con proyectiles de arma de fuego en su cabeza, cuello, tórax y brazo y, aunque fue trasladado de emergencia, llegó sin vida al Hospital Nacional Miguel Grau, detalla un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Ese mismo día, Inti Sotelo, de 24 años, participaba en la Segunda Marcha Nacional contra el Gobierno en el centro de Lima, cuando fue alcanzado por cuatro perdigones, uno de los cuales impactó directo en su corazón y le provocó la muerte.
"Son dos años sin justicia (...) Esto duele, duele un montón", dijo en conversación con La República, Luzdilan Camargo, la madre de Inti.
Las investigaciones están paralizadas
Inmediatamente después de la muerte de ambos jóvenes, la Fiscalía de la Nación abrió una investigación de oficio para esclarecer la presunta responsabilidad del expresidente Manuel Merino; su primer ministro, Ántero Flores-Araóz; y el entonces ministro del interior, Gastón Rodríguez.
La pesquisa, sin embargo, se encuentra paralizada, luego de que en junio pasado el Congreso votara por archivar la denuncia constitucional presentada por la Fiscalía.
"Los blindaron en el Congreso porque [el congresista Alejandro] Cavero retiró información valiosa", aseguró Óscar Pintado a medios locales.
Este lunes, Carlos Rivera, abogado de la familia Sotelo, anunció a La República que en el transcurso de esta semana se presentará una denuncia contra el Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la "impunidad" en el caso, tras archivarse la investigación contra los funcionarios.
En un evento en el Cercado de Lima, celebrado este lunes por el segundo aniversario del 14N, el expresidente Merino insistió en que la responsabilidad política de lo ocurrido no recae en él, sino en el exministro del Interior.
"A dos años del 14N, como expresidente de la República, mis sentidas condolencias y Dios quiera que la nueva fiscal de la Nación, Patricia Benavides, objetivamente haga la investigación y encuentre a los responsables de la muerte de estos jóvenes", declaró el exmandatario, reportan medios locales.
¿Qué paso el 14N?
El 10 de noviembre de 2020, Manuel Merino asumió la presidencia interina de Perú, luego de que la administración de Martín Vizcarra fuera destituida por el Congreso.
Pero la asunción de Merino generó una ola de protestas, ya que el pedido de vacancia aprobado en el Congreso no estuvo sustentado en las situaciones que estipula la Constitución peruana.
En esos días, miles de jóvenes salieron a las calles a exigir la salida de Merino, pero se toparon con una brutal ola represiva. El clímax de las manifestaciones se registró el 14 de noviembre, cuando se produjeron las muertes de Sotelo y Pintado. Esa misma noche, varios funcionarios del Gobierno renunciaron y al siguiente día, Merino también dimitió.
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