La brutal caza de un elefante marino en el suroccidente de Colombia ha causado indignación y generado reclamos de justicia, por tratarse de un animal silvestre que no es nativo de ese país suramericano y que a inicios del siglo XX estuvo al borde de la extinción.
El ejemplar se habría perdido en un proceso de migración, que lo llevó desde la antártica suramericana hacia el territorio colombiano, posiblemente en busca de alimentos, una situación que es poco común y que podría estar relacionada al cambio climático.
La periodista colombiana Vanessa de La Torre relató en Twitter que el espécimen había sido visto en otras comunidades semanas antes. "Durante su paso por nuestro país, el animal había estado en el Parque Nacional Natural Utría, Chocó; en La Barra, Buenaventura; y en Bahía Málaga, Buenaventura. Algo completamente inusual", dijo.
De La Torre mostró un video donde se observa al enorme animal ingresando al agua en una playa colombiana y se escucha a uno de los pobladores exclamar: "¡Qué cosa tan hermosa, Dios mío!".
"Gracias a las capacitaciones recibidas en el pasado, los habitantes del sector lo dejaron descansar y el animal siguió su viaje. Los ciudadanos lo cuidaron y estaban muy felices con él (...) El elefante siguió bajando por el Pacífico y llegó hasta La Tola, Nariño, donde desgraciadamente acabaron con su vida", agregó la periodista.
Según el medio local El Colombiano, el ejemplar fue cazado la tarde del pasado 13 de noviembre en el municipio La Tola del departamento de Nariño. Allí, dos hombres acorralaron y mataron al elefante marino, mientras otra persona sacó una fotografía del cadáver del animal.
¿Los cazadores pueden ir a la cárcel?
Los cazadores del mamífero podrían ser judicializados e ir a la cárcel, con penas que van desde un año hasta 11 años de prisión. Los posibles delitos imputables serían maltrato animal, tráfico de fauna, caza ilegal, pesca ilegal y aprovechamiento ilícito, estipulados en la ley que castiga crímenes ambientales.
Según el Código Penal colombiano, los responsables de la muerte del animal podrían enfrentar también una inhabilitación de hasta tres años para ejercer trabajos relacionados con animales y multas económicas millonarias.
Sin embargo, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, entrevistada este martes por el medio local Caracol Radio, señaló que de acuerdo con las primeras investigaciones, se maneja la versión de que pescadores de la zona actuaron por desconocimiento y miedo frente al animal.
Según Muhamad, el incidente debe ser un llamado para que el sistema nacional ambiental inicie y fortalezca "un proceso de educación más a fondo", sobre los posibles cambios que pueden enfrentar las comunidades debido al cambio climático.
"Nos estamos enfrentando a cambios, de acuerdo al cambio climático, en donde empieza haber especies en ciertos lugares dónde habitualmente no estarían. También habrá migraciones importantes de especies buscando adecuarse al cambio planetario", explicó.
La ministra consideró que el Estado debe procurar la creación de corredores para la fauna silvestre y preparar a las comunidades para la migración de animales, sobre todo ante la necesidad de supervivencia que los obliga a buscar nuevos hábitats.
"Necesitamos proteger la fauna silvestre y este hecho no se debió presentar", aseveró la titular de la cartera. Sin embargo, hizo un llamado a "entender un poco la situación" que ocurrió, tras reiterar que hay "un reto grandísimo" para que tanto las autoridades como las comunidades comprendan este tipo de fenómenos.