¿Quiénes son las dos mujeres encargadas de la protección de la Amazonía en el Gobierno de Lula?

Dos mujeres están al frente de ministerios esenciales para la protección de la Amazonía brasileña en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva: Marina Silva, en Medio Ambiente, y Sonia Guajajara, en la recién creada cartera de Pueblos Indígenas.

Ambas serán las máximas responsables de ejecutar el giro copernicano prometido por Lula en la política ambiental de Brasil, tras el polémico mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro, en el que la deforestación, los incendios y otros crímenes ambientales aumentaron vertiginosamente.

Silva, una emblemática líder ambientalista negra de 64 años nacida en el corazón de la Amazonía, es una vieja conocida de la política brasileña, del Ministerio de Medio Ambiente y del propio Lula.

El patriarca de la izquierda brasileña ya le confió las riendas de esa cartera entre 2003 y 2008, entre su primer y su segundo mandato, pero rompió con él porque dijo que no se sentía suficientemente respaldada por el gobierno en su lucha contra el cambio climático.

Después de eso, abandonó el Partido los Trabajadores (PT) de Lula, logró un escaño en el Senado y encadenó tres candidaturas presidenciales (2010, 2014 y 2018) como firme opositora al lulismo, si bien no logró pasar nunca al balotaje.

Pero en este 2022 esta profesora e historiadora afiliada a Rede Sustentabilidade se reconcilió con Lula, se integró en su frente amplio para derrotar a Bolsonaro, la coalición Brasil de la Esperanza, a cambio de promesas del ahora mandatario de que Brasil adoptará un papel preponderante en la lucha contra el calentamiento global.

En sus primeros días de mandato, el izquierdista firmó varias medidas ambientalistas, como el decreto para restablecer el Fondo Amazonía –creado en el segundo mandato de Lula, en 2008, para captar donaciones y desactivado durante la gestión de Bolsonaro– o el decreto para fortalecer el combate a la deforestación en la Amazonía y otros biomas. 

"La sustentabilidad no es solo una forma de hacer las cosas, es una forma de ser, es una visión del mundo, un ideal de vida. Estos ideales nuestros se están apoderando del mundo. Nuestros hijos y nietos ya nacerán 'sustentabilistas'", declaró esta evangélica de la Asamblea de Dios, unas de las más importantes iglesias de Brasil, al tomar posesión de su cargo.

"Algunos serán conservadores, otros serán progresistas, algunos capitalistas, otros socialistas, pero todos serán 'sustentabilistas'. Sin naturaleza no podemos vivir. Solo los negacionistas no reconocen lo imperiosa que es esta agenda", agregó Marina.

Esta mujer de apariencia delicada, alfabetizada a los 16 años, vivió en carne propia los estragos que causan los crímenes ambientales: de niña, su sangre fue contaminada por el mercurio que usan los mineros.

"Primera ministra indígena en Brasil" 

Para reforzar la protección de la Amazonía y los pueblos ancestrales que en ella habitan, Lula creó el Ministerio de los Pueblos Indígenas y puso al frente a la líder indígena Sonia Guajajara, que se convirtió así en la primera ministra indígena en la historia de Brasil.

Nacida en la reserva amazónica de Araribóia y miembro de la etnia Guajajara/Tentehar, esta política de 48 años fue escogida en mayo del año pasado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo.

Hija de padres analfabetos, pudo estudiar gracias a una beca de la agencia estatal para asuntos indígenas, la Funai –presidida ahora por primera vez en sus 55 años de historia por una mujer indígena, Joenia Wapichana–, gracias a lo cual terminó graduándose en la universidad en enseñanza y enfermería.

En el terreno del activismo ganó rápidamente proyección nacional e internacional al participar, por ejemplo, en un foro de las Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas en 2008 y recibir varios premios y condecoraciones.

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Durante varios años, fue coordinadora de la Articulación de los pueblos indígenas de Brasil (Apib). En 2018, fue la primera candidata a vicepresidente indígena en la historia, en fórmula con el candidato a presidente Guilherme Boulos, del izquierdista PSOL.

La líder indígena tomó formalmente el miércoles las riendas del nuevo ministerio con la urgencia, entre otras cosas, de reactivar los procesos de demarcación de las reservas indígenas, congelados durante el gobierno de Bolsonaro, quien cumplió su promesa de no demarcar "ni un centímetro más de tierra" para los indígenas y favorecer el avance del poderoso agronegocio sobre sus tierras.

"Es urgente que promovamos la ciudadanía indígena efectiva. Esto no se puede hacer sin la demarcación de territorios, la protección y el manejo ambiental y territorial, el acceso a la educación, el acceso y permanencia en universidades públicas, gratuitas y de calidad, la amplia cobertura y el acceso a la salud integral", afirmó.

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