John J. Ray III, nuevo director general de la plataforma de criptointercambio FTX, que el pasado 11 de noviembre inició el proceso para declararse en bancarrota, declaró que la nueva dirección está buscando vender o reestructurar compañía.
La bolsa, junto con 101 de las 130 empresas afiliadas, ha anunciado el inicio de una revisión estratégica de sus activos globales, destinada a "maximizar el valor recuperable para las partes interesadas". "Los acreedores de FTX han contratado a Perella Weinberg Partners (PWP) [empresa de servicios financieros] como banco de inversión principal y han comenzado a preparar ciertos negocios para su venta o reorganización", reza un comunicado de la compañía publicado este sábado, señalando que "la contratación de PWP está sujeta a la aprobación del tribunal".
"Sobre la base de nuestra revisión de la semana pasada, nos complace saber que muchas filiales reguladas o con licencia de FTX, dentro y fuera de EE.UU., tienen balances solventes, una gestión responsable y valiosas franquicias", afirmó Ray, añadiendo que "en cualquier caso, la prioridad en las próximas semanas será explorar ventas, recapitalizaciones u otras transacciones estratégicas con respecto a estas filiales y otras que identifiquemos a medida que continúe nuestro trabajo".
Ray, que sustituyó al fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, cuando la empresa se acogió a la protección por quiebra del Capítulo 11 del Código de Quiebras de EE.UU. el 11 de noviembre, que permitiría la reestructuración o la venta de la empresa al mejor postor, subrayó que "había dado instrucciones al equipo de acreedores de FTX para que diera prioridad a mantener el valor de las franquicias lo mejor que pudieran en estas difíciles circunstancias".
Además, se señala que los acreedores presentaron este sábado varias peticiones ante el Tribunal de Quiebras, solicitando que "se permita los pagos regulares a los proveedores críticos y a los vendedores de las filiales extranjeras". Una audiencia sobre estas peticiones está programada para el 22 de noviembre.
La compañía indicó que no había establecido un tiempo específico para la finalización del proceso de posible venta y dijo que "no tiene intención de dar a conocer más acontecimientos hasta que determine que la revelación adicional es apropiada o necesaria".