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Bélgica necesita más incineradores para quemar toda la cocaína que incauta
Se estima que este año las incautaciones de dicha droga por parte de las autoridades belgas podrían sobrepasar las 100 toneladas.
Las autoridades de Bélgica necesitan un mayor número de incineradores para poder quemar toda la cocaína que incautan sus aduanas, informó este último sábado la Organización de Radio y Televisión Flamenca (VRT).
El medio indica que a lo largo de 2021 y tan solo en el puerto de Amberes se incautaron 90 toneladas de esa droga, y que es probable que este año se llegue a más de 100 toneladas.
Un desafío abierto
Si bien esas cifras reflejan un éxito por parte de la policía y el servicio de aduanas, también plantean un desafío, ya que cuanto más tiempo se mantengan almacenadas las drogas antes de ser destruidas, mayor será el riesgo de que las bandas de narcotraficantes intenten recuperarlas, incluso por la fuerza.
Estas sustancias se destruyen en incineradores especialmente autorizados. No se conoce públicamente cuántos de ellos existen en Bélgica ni dónde se encuentran, precisamente para evitar que los criminales intenten asaltar esas instalaciones.
Vincent Van Quickenborne, ministro de Justicia Federal, dijo a VRT News que la policía, las aduanas y otros servicios son los encargados de monitorear de cerca las drogas incautadas, haciendo todo lo necesario para limitar los riesgos de seguridad.
"Cuello de botella"
"Sin embargo, ha habido algo así como un cuello de botella, al ser tantas las incautaciones y también porque solo se estaba usando un incinerador", explicó Van Quickenborne. "Además, no se pueden quemar esos lotes de una sola vez, en grandes cantidades, ya que eso causaría problemas con los filtros en la planta de incineración", añadió.
El ministro belga detalló que se ha obtenido una mayor capacidad de incineración, que ha permitido destruir varias toneladas adicionales de cocaína, si bien reconoció que todavía es insuficiente.
"También hemos mantenido conversaciones con el alcalde de Amberes y con mi colega Zuhal Demir [ministro flamenco de Medio Ambiente], que es responsable de los incineradores, para ver si podemos encontrar capacidad adicional. Esas conversaciones van bien", concluyó Van Quickenborne.
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