Vladímir Putin ha tomado parte este martes en la ceremonia de izamiento de la bandera rusa en el rompehielos atómico Ural y la botadura de otro rompehielos atómico, Yakutia, celebrada en los Astilleros del Báltico, en San Petersburgo. El presidente de Rusia no ha acudido al acto en persona y participa en el evento en formato de videoconferencia.
Durante su intervención, Putin ha felicitado a los congregados y ha dado las gracias a todos los que participaron en la construcción de los buques, destacando que ambas naves forman parte del "trabajo sistemático a gran escala para reequipar y reforzar la flota nacional de rompehielos y para fortalecer el estatus de Rusia como gran potencia ártica".
"Los buques de una clase de hielo tan alta tienen una importancia estratégica para nosotros. Son necesarios para explorar y desarrollar el Ártico, para garantizar una navegación segura y sostenible en esta región y para aumentar el tráfico en la Ruta Marítima del Norte", ha declarado.
El mandatario ruso ha destacado que el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte permitirá al país liberar su potencial de exportaciones "de manera más amplia" y "establecer una ruta logística eficaz, incluso hacia el sudeste de Asia". "Por cierto, estamos abiertos para la cooperación con nuestros socios, con aquellos que quieren trabajar con Rusia", ha agregado.
Putin ha asegurado que Rusia va a aumentar las capacidades de su flota de rompehielos atómicos, subrayando que es preciso hacerlo mediante desarrollos e instalaciones rusos, "con el uso de equipos y componentes de fabricación nacional".
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