La Generalitat de Cataluña ha ampliado este martes las restricciones de agua tras decretar una alerta por sequía en la cuenca Ter-Llobregat, el ámbito más poblado de esa comunidad autónoma española, que incluye la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, informan medios locales.
Según fuentes de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), las limitaciones se empezarán a aplicar a finales de esta semana, y se centrarán principalmente en los usos agrícolas, industriales y en el riego de parques.
Entre las medidas previstas figura la reducción en un 25 % de la dotación de agua para riego agrícola o su sustitución por el uso de regenerada, así como la limitación de su uso para usuarios industriales o la disminución en un 5 % del agua con fines recreativos.
"La ciudadanía no lo notará, porque en el uso doméstico no habrá cortes de agua", explicó Teresa Jordà, consejera de Acción Climática. "Tenemos garantizada el agua de boca más de un año, no es este el problema", añadió.
Esperan que no empeore
Asimismo, indicó que esperan que la situación no vaya a más, ya que está previsto que durante los próximos meses de enero y febrero llueva más de lo habitual. No obstante, advirtió que son solo previsiones meterológicas y que, aunque se diera tal escenario, ello no supondría el fin de la sequía.
La situación de alerta por sequía es nueva en la ciudad condal y su área metropolitana, aunque, más allá de los límites impuestos para la capital catalana y su conurbación, ya estaba activa en otros lugares del territorio catalán.
Por lo tanto, Cataluña tendrá un total de 26 comarcas en alerta por sequía, done vive un total de 6,7 millones de personas o, lo que es lo mismo, el equivalente al 80 % de la población de esta comunidad autónoma.