Arqueólogos marinos descubrieron los restos de un barco que podría ser uno de los naufragios más antiguos de Noruega durante el mapeo de un lago con el objetivo de localizar toneladas de explosivos arrojados allí por una fábrica de municiones entre la década de 1940 y 1970.
Se cree que la nave podría tener más de 700 años de antigüedad, detalla Science Norway.
El descubrimiento se realizó en el lago Mjosa, el más grande del país, situado a unos 100 km al norte de la capital, Oslo. Los lugareños lo califican como un fiordo (una estrecha entrada costera de mar), ya que las rutas comerciales atravesaban sus aguas durante la época medieval.
Imágenes de sonar muestran el casco de la embarcación de madera, de unos 10 metros de eslora y 2,5 metros de manga, a una profundidad de unos 410 metros.
La forma de la nave sugiere que se construyó hace unos siete siglos, poco después de la transición de los barcos vikingos, que eran casi iguales en ambos extremos, a diseños medievales, con una proa y una popa distintivas, según Oyvind Odegard, arqueólogo marino de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
"Solo tenemos imágenes acústicas [de sonar] del naufragio", contó el científico a Live Science. "Pero a partir de los datos, parece que existe el contorno de algo que posiblemente podría ser una popa y, si ese es el caso, entonces no existieron [barcos de ese tipo] hasta el año 1300", explicó.
Para llegar a tal conclusión, los expertos realizaron un modelo tridimensional de los restos del naufragio a partir de varias imágenes acústicas.
Odegard sugirió que el barco habría tenido un solo mástil con una vela cuadrada, muy parecido a un barco vikingo, pero al parecer tenía un timón central en lugar del tradicional timón vikingo, situado en el lado derecho del casco.
Los arqueólogos remarcaron que a principios de los siglos XII-XIII el lago Mjosa fue escenario de importantes batallas navales, además de servir como ruta de transportación de mercancías desde o hacia Oslo.
Por este motivo, los investigadores creen que en el futuro encontrarán más naves bajo sus aguas.
"Debido a que este es un lago de agua dulce, la madera del barco se conserva. El metal puede oxidarse y el barco puede perder su estructura, pero la madera está intacta. Un barco similar al que ahora encontramos no habría sobrevivido más de unas pocas décadas si se hubiera hundido en la costa", concluyó Odegard.