El Congreso de los Diputados de España vivió este miércoles una de las jornadas más tensas y bochornosas de los últimos tiempos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, recibió duras descalificaciones personales por parte de la diputada ultraderechista Carla toscano, del partido Vox, que propiciaron el cierre de filas de todas las formaciones progresistas en respaldo a la titular de Igualdad.
Los apoyos llegaron también desde fuera de las fronteras españolas. Líderes como el presidente argentino, Alberto Fernández; el presidente de Chile, Gabriel Boric; la secretaria de Comunicación del Gobierno argentino, Gabriela Cerruti; o el diputado francés Jean-Luc Mélenchon han mostrado públicamente su apoyo a Montero.
Calificativos machistas
Durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado, Toscano afirmó que el único mérito de la ministra era "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias", pareja de Montero.
Lo hacía durante un bronco discurso acerca de la recién aprobada ley del "solo sí es sí", que ha protagonizado la polémica política durante las últimas dos semanas, en el que también sostuvo que la ministra era una "libertadora de violadores" y otras descalificaciones.
Los diputados de Unidas Podemos, Partido Socialista, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Bildu y Candidatura d'Unitat Popular (CUP) protestaron con golpes sobre la bancada y gritos de "no todo vale", hasta que finalmente el vicepresidente primero de la Mesa llamó al orden a Toscano y ordenó retirar los insultos del diario de sesiones.
Montero, por su parte, respondió con una réplica que puso en pie a la parte progresista de la Cámara: "Quiero que se incorpore al diario de sesiones la violencia política que se está ejerciendo en este momento en la sede de la soberanía popular. Para que no se borre, para que después de mí no venga ninguna, para que todo el mundo pueda recordar la violencia política y a quienes la ejercen", esgrimió la ministra.
Un acoso constante
Las graves palabras de Toscano se producen tan solo unos días después de que Carmen Herrarte, concejala de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zaragoza, la quinta ciudad más poblada del país, dijese que "las mujeres de centro derecha han salido adelante por sus méritos, sin cuotas, frente a otras que están donde están porque las ha fecundado el macho alfa", en referencia a Irene Montero.
Lo cierto es que Montero ha recibido insultos relativos a su vida personal, a su pareja o a trabajos que realizó mientras estudiaba en la Universidad, como de cajera de supermercado, desde que Pedro Sánchez la nombrara ministra de Igualdad a principios de 2019.
Sin embargo, ese tipo de ataques personales se han visto multiplicados en las dos últimas semanas tras la entrada en vigor de la ley del "solo sí es sí", de la que Montero fue la principal impulsora y cuya aplicación ha provocado la rebaja de la condena en una quincena de casos de delincuentes sexuales.
Estos ataques han sido calificados como machistas y clasistas. Los defensores de Montero señalan que no recibiría este tipo de insultos e insinuaciones si no fuera una mujer, además, joven. Asimismo también destacan que se ceban reiteradamente en su condición de persona proveniente de la clase trabajadora.
En una entrevista este jueves en la Cadena Ser, Montero ha afirmado que en la jornada de ayer se sobrepasaron algunos límites. "Para que ayer Carla Toscano pasase ese límite, durante muchos días antes había otras muchas personas que lo estaban rozando", ha manifestado.
"La violencia política no es que un día alguien se levante y diga una barbaridad, sino que durante más de una semana se estaban diciendo cosas como que éramos unas inútiles, que las feministas no sabemos hacer leyes, que nos manda un macho alfa", ha relatado la ministra.
Respaldo casi unánime
Irene Montero ha recabado en las últimas horas un gran número de apoyos, comenzando por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. "Estamos juntos contra la violencia machista. Negarla es una forma de ejercerla. Subirla a la tribuna del Congreso es cruzar una línea intolerable", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Para Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria del principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular, "nadie tiene derecho a ofender" a Montero y "entrar en su vida personal".
"Malditos sean los fascistas que hablan y los cobardes que callan", fue la reacción del portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
Por su parte, el portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Aitor Esteban, consideró que con la intervención de la representante de Vox se ha llegado "al fondo de la degradación del mínimo decoro parlamentario".
Desde Bildu se tildaron de "indecentes" los insultos de Vox y denunciaron el acoso al que está sometida Irene Montero.
Palabras de apoyo desde el otro lado del Atlántico
Desde el otro lado del Atlántico también le ha llegado el apoyo a la ministra de Igualdad española. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, mostró su solidaridad con Montero en un tuit en el que aseveraba que "la violencia política y machista contra las mujeres es intolerable, y debemos repudiarla con fuerza cada vez que sucede".
También desde el Gobierno argentino, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, se refería al ataque a Montero. "En todo el mundo, la derecha avanza a golpe de infamia, persecución y violencia política contra las mujeres. Vamos a seguir respondiendo con más feminismo y con más derechos", dijo.
"Desde Latinoamérica todo mi apoyo a Irene Montero. Compañera incansable en la lucha por mayor justicia e igualdad que hoy enfrenta una nueva asonada de violencia política de la extrema derecha", escribió el presidente chileno, Gabriel Boric, en sus redes sociales.
Desde Brasil, la diputada regional Manuela d'Ávila, también se refirió a Montero, diciendo que "es una de esas mujeres que sueña y realizan un mundo nuevo" y que "los ataques de la extrema derecha contra ella son repugnantes".
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