El presidente de EE.UU., Joe Biden, reiteró este jueves su llamado a favor de prohibir las armas de asalto en su país, después de los dos tiroteos masivos ocurridos en Colorado Springs (Colorado) y en Chesapeake (Virginia).
Durante una visita a una estación de bomberos en Nantucket, Massachusetts, el mandatario dijo estar "cansado" de los tiroteos y dijo que deberían aprobarse leyes "mucho más estrictas" para la posesión de armas.
"El hecho de que todavía permitamos la compra de armas semiautomáticas es perverso", "no tiene ningún valor social" ni justificación alguna, "excepto las ganancias para los fabricantes de armas", comentó.
La nueva composición del Congreso
A este respecto, el inquilino de la Casa Blanca manifestó que intentará prohibir la venta de armas de asalto antes de que los nuevos congresistas asuman sus cargos en enero. De momento, los demócratas mantienen el control del Senado y de la Cámara de Representantes, pero a partir del 3 de enero esta última pasará a estar controlada por los republicanos.
En julio, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para prohibir las armas semiautomáticas, pero para que entre en vigor debe obtener el visto bueno del Senado, donde la iniciativa parece que no obtendrá los votos necesarios.
Los tiroteos perpetrados en Colorado Springs y Chesapeake, que se saldaron con un total de 12 muertos, son solo dos de los más de 600 ocurridos en EE.UU. en lo que va de año, según datos del Archivo de Violencia Armada.