Una especie de cocodrilo considerada "vulnerable" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), está logrando adaptarse a las aguas del río Tárcoles, a pesar de que se han convertido en un basurero de la capital de Costa Rica, informa AFP.
A pesar del entorno insano, la población de cocodrilos de Costa Rica, que ya supera los 2.000 ejemplares, es "sana y robusta", indica la IUCN, y su número ha aumentado en los últimos años. El biólogo de la Universidad Nacional de Costa Rica, Iván Sandoval, afirmó que el Tárcoles "es el río más contaminado de Costa Rica y uno de los más contaminados de Centroamérica", pero eso no afectó a la población de cocodrilos. Estiman que los animales desarrollaron inmunidad contra unos 150 tipos de bacterias que, según Sandoval, fueron detectados en el río.
El experto subrayó que los cocodrilos son capaces de sobrevivir en condiciones duras y agregó que "no han tenido que cambiar nada en millones de años, están perfectamente diseñados". Al mismo tiempo, la contaminación del agua en el río no es el único peligro, ya que los especialistas temen que la actividad turística afecte a los cocodrilos, dado que pueden acostumbrarse a estar cerca de las personas.
Los turistas llegan a Costa Rica para ver animales exóticos y son los principales contaminantes ambientales. Un tercio del territorio costarricense está bajo protección, pero según el abogado y ambientalista Walter Brenes, todas las reglas y regulaciones del país "no resuelven el problema", ya que el Gobierno debe efectuar "una política pública real que esté completamente dirigida a proteger la vida silvestre".