El delantero uruguayo Luis Suárez se ha negado a disculparse por su infame mano contra Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010, mientras ambas selecciones se preparan para volver a verse las caras este viernes en Catar.
El uruguayo protagonizó uno de los momentos más polémicos de la historia de los mundiales, cuando impidió un gol seguro de Ghana, al golpear deliberadamente el balón bajo palos ante un remate de cabeza en los últimos momentos de la prórroga de su partido de cuartos de final.
El juez del encuentro expulsó a Suarez por esa acción y dictaminó pena máxima para los africanos. Sin embargo, el ghanés Asamoah Gyan falló el cobro y el encuentro, que terminó 1-1, se definió en los penaltis (4-2), donde 'los charrúas' certificaron el pase a semifinales gracias a la mejor puntería y el gran trabajo de Muslera.
Este viernes, Ghana buscará la revancha frente Uruguay, en duelo decisivo por el Grupo H, en el que ambas selecciones aspiran a un puesto en octavos de final. En la víspera del partido, un periodista ghanés le espetó a Suárez, en rueda de prensa, que muchos de sus compatriotas lo consideran como el "mismísimo diablo" por aquella mano.
"En primer lugar, no creo que tenga que disculparme por aquello", respondió el futbolista de 35 años. "Porque yo hice la mano, pero el jugador de Ghana falló el penalti, no yo. Quizás, podría disculparme por lesionar a un jugador con una entrada de tarjeta roja. Pero en este caso me expulsaron por una mano que acabó en penalti", agregó.