El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este viernes que ya tiene decidido el 80 % de los nombres de quienes conformarán su gabinete de gobierno, y los dará a conocer después de que reciba las credenciales que certifican su triunfo en las urnas.
"Voy a recibir las credenciales el día 12. Después de que sea reconocido como presidente de la República, voy a escoger a mi Gabinete. Ya tengo el 80 % en la cabeza", aseveró durante una conversación con la prensa en el Centro Cultural Banco de Brasil (CCBB), en Brasilia, sede donde el Partido de los Trabajadores (PT) y sus socios organizan la transición de gobierno.
Lula aseveró que está en proceso de negociación para la composición del gabinete con las fuerzas políticas que lo llevaron a la victoria en octubre pasado.
"No quiero construir un gabinete solo, sino junto a las fuerzas políticas que nos ayudaron a ganar las elecciones [...] La próxima semana tendremos conversaciones con partidos más pequeños y otros segmentos de la sociedad", expresó.
También adelantó que se encuentra en conversaciones con varias fuerzas políticas que no lo apoyaron en la campaña electoral, pero que considera como "partidos que son importantes en el Congreso nacional".
El mandatario electo sostuvo que la "base" de los ministerios de su futuro gobierno, que asumirá el 1 de enero de 2023, será la misma que cuando dejó el cargo, en 2010. No obstante, detalló que se agregará una cartera de los Pueblos Indígenas, aunque no precisó si tendrá estatus ministerial o de secretaría vinculada a la Presidencia.
Al ser consultado sobre quién estará al frente del Ministerio de Economía, donde se especula que podría ser elegido el excandidato presidencial y exaspirante a la gobernación de São Paulo Fernando Haddad, Lula no dio ningún nombre, sino que señaló que la persona que escoja "será la cara del éxito" de las políticas económicas de su gestión.
Comentó, además, que la legisladora Gleisi Hoffmann no será ministra, sino que continuará como presidenta del PT. "Tendrá mucho trabajo. Ciertamente, mucho más trabajo que cualquier ministro, porque no es fácil presidir un partido como el PT", dijo.