El Departamento de Defensa de EE.UU. presentó oficialmente este viernes el avión bombardero nuclear furtivo B-21 Raider. Es el primero de ese tipo en ser incorporado a las fuerzas armadas estadounidenses en más de 30 años.
El desarrollo de esta aeronave forma parte de los esfuerzos para modernizar las capacidades nucleares de EE.UU., ante el reto de confrontación con otras grandes potencias. En particular, Washington está preocupado por las crecientes capacidades nucleares de China. El Pentágono supone que Pekín llegará a acumular para 2035 una reserva de 1.500 ojivas nucleares, si continúa produciéndolas al ritmo actual.
"Necesitamos un nuevo bombardero del siglo XXI que nos permita enfrentar amenazas más complejas, tales como las que tememos que enfrentaremos algún día desde China y Rusia", explicó Deborah Lee James, exjefa de la Fuerza Aérea de EE.UU., informa AP.
Kathy Warden, directora general de Northrop Grumman Corp., la empresa productora del B-21, aseguró que el nuevo bombardero dispone de sistemas más avanzados que su predecesor, el B-2 Spirit. "La manera en que opera internamente es extremadamente avanzada, en comparación con la del B-2, porque las tecnologías han progresado mucho en términos de capacidad informática, lo que ahora podemos integrar en los programas del B-21", detalló.
Sin más detalles, dijo además que el nuevo bombardero será más furtivo y tendrá una "observabilidad increíblemente baja".