El empresario ruso Víktor But, que permaneció 14 años preso por acusaciones de tráfico de armas por parte de EE.UU. y que este jueves regresó a Moscú tras ser canjeado por la baloncestista estadounidense Brittney Griner, declaró en una entrevista que Occidente cree que puede destruir a Rusia y dividirla.
Preguntado sobre si cree que fue víctima de la actitud rusófoba de Occidente hacia Rusia, But dijo que no. "Es muy complicado y hay que tener mucho cuidado con la terminología", indicó en una conversación con María Butina, diputada de la Duma Estatal que cumplió condena en EE.UU. acusada de espiar para Moscú, después de lo cual volvió a Rusia.
Asimismo, aseguró que no se topó con expresiones de rusofobia en la penitenciaria, donde la mayoría de los encarcelados mostraba actitudes de simpatía hacia Rusia. "Al menos me preguntaban cosas sobre Rusia", recordó.
Sin embargo, señaló que en Occidente creen que en los años noventa no doblegaron por completo a Rusia tras la desintegración de la URSS. "Y para ellos es una noticia impactante el hecho de que intentamos vivir y no ser gobernados por nadie y no depender de nadie, ser una potencia verdaderamente independiente, y desarrollarnos como elija nuestro pueblo", recalcó.
"Creen que, sencillamente, pueden destruirnos a nosotros, dividir el territorio de Rusia en muchas partes. Volver a poner a todos los pueblos multiétnicos de Rusia unos contra otros para que empiecen de nuevo algún tipo de guerras civiles. Y, de esa forma, controlar el territorio en el que siempre hemos vivido".
Por otra parte, el empresario bromeó acerca de la película de Hollywood 'Lord of War' (El señor de la guerra), estrenada en 2005 y que se inspira libremente en algunas acciones que se le atribuyen, indicando que el filme es mejorable y que él podría haber hecho un guión "más interesante". El entrevistado admitió que su actitud hacia este filme era la pregunta más frecuente que todos le hacían mientras estuvo encarcelado en EE.UU.
"A mi juicio, el Hollywood de hoy se ha convertido en una especie de departamento de propaganda de Washington. Todo lo que hacen encaja [en esta idea]", remarcó.
Por otra parte, el hombre de negocios desmintió la informaciones de medios occidentales que subrayan su importancia para las autoridades rusas. "No creo que yo sea de alguna manera importante para la política rusa", dijo. En este contexto, agradeció el apoyo de todos los que abogaban por su liberación a lo largo de los 14 años. "Y lo importante era básicamente que no abandonamos a los nuestros, ¿verdad?", enfatizó.
En cuanto al intercambio de presos entre Moscú y Washington, But valoró el hecho de que las dos potencias demostraran que son capaces de encontrar "puntos en común" que pueden satisfacer a ambas. En esta línea, se desmarcó de las declaraciones del exasesor de la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, que criticó a la Administración Biden por el canje, que tachó de "rendición".
Saliendo al paso de la declaración de Bolton, But criticó que "toda la política en EE.UU." se encuentre siempre a un nivel "infantil", propio de "chavales de patio de colegio" en el que todo se categoriza en función de la fortaleza, por lo que intentan mostrar que este "intercambio [de presos] es débil, o que el otro es fuerte", sostuvo.
¿Quién es Víktor But?
But nació en 1967 y tras servir en el Ejército de la URSS, ingresó en el Instituto militar de Lenguas Extranjeras, especializándose en el idioma portugués. Luego, trabajó de intérprete en Mozambique y Angola. A finales de 1991, arrancó una carrera de corredor de negocios y dos años más tarde se mudó a Emiratos Árabes Unidos.
Allí montó una compañía aérea con sede en la ciudad de Sharjah que transportaba flores y diferentes materiales, así como cargas militares legítimas y contingentes pacificadores de Francia y Bélgica a Angola y Somalia, respectivamente. En 1996, por ejemplo, su empresa realizó el transporte de cazas rusos, entre otros encargos.
Las investigaciones contra But por parte de las autoridades de EE.UU. comenzaron a finales de la década de 1990 tras reportes de que su empresa podría haber enviado armamento a los talibanes y a Al Qaeda.
El 6 de marzo de 2008, But fue arrestado en Bangkok (Tailandia) por agentes de los servicios especiales de EE.UU. Según las autoridades del país norteamericano, But tenía planes de vender misiles tierra-aire a las FARC colombianas que luego podrían ser usados contra militares estadounidenses. El 6 de mayo, EE.UU. presentó oficialmente contra él acusaciones de tráfico ilícito de armas, conspiración para asesinar a ciudadanos estadounidenses y suministro de apoyo material a terroristas.
Inicialmente, el tribunal tailandés rechazó la petición de Washington de extraditar a But, al considerar que las acusaciones en su contra no estaban probadas y que el caso tenía motivaciones políticas.
Sin embargo, But no salió de prisión, ya que la Fiscalía local recurrió la decisión judicial. El 18 de febrero de 2010, la Procuraduría de Nueva York presentó nuevos cargos en su contra, incluidos los de fraude, blanqueo de dinero y violación de las sanciones internacionales que prohíben las transferencias de armas a focos de tensión. El 20 de agosto del mismo año, la corte de apelación del país asiático resolvió extraditar a But, quien posteriormente fue recluido en una cárcel neoyorquina. Durante las audiencias preliminares, los abogados del empresario ruso exigieron cerrar el caso, alegando que no estaba sujeto a la jurisdicción de EE.UU.
En octubre de 2011, se inició en Nueva York un juicio en su contra, durante el cual los servicios de inteligencia admitieron que su detención fue resultado de una "operación trampa". No obstante, un antiguo socio de But confirmó que este tenía intención de suministrar armas a la guerrilla colombiana.
Un jurado encontró a But culpable de los cuatro cargos. Su condena final de 25 años fue anunciada por el tribunal federal de Nueva York el 5 de abril de 2012.