Líderes sociales del departamento peruano de Apurímac han declarado a la región en insurgencia popular, exigiendo el cierre del Congreso del país, reporta La República. En una reunión de este sábado, las organizaciones sociales también anunciaron el inicio de un paro indefinido a partir del lunes 12 de diciembre.
Desde el 9 de diciembre, la ciudad de Andahuaylas, que se encuentra en Apurímac, es escenario de protestas y enfrentamientos con las fuerzas del orden a raíz de la destitución de Pedro Castillo por "incapacidad moral" por parte del Congreso de Perú.
Centenares de personas salieron a las calles en rechazo del actuar de los congresistas y del nombramiento de Dina Boluarte como presidenta de la república. Los disturbios del viernes se saldaron con cuatro civiles y un policía herido.
El sábado, las protestas continuaron y hasta el momento se ha informado de al menos 21 heridos, tanto entre la población civil como entre los efectivos de la Policía Nacional. Además, dos agentes fueron secuestrados. Tras permanecer más de seis horas retenidos por los manifestantes, ambos fueron liberados con la mediación de la Policía y representantes de la Defensoría del Pueblo.
Un corresponsal de RPP reportó desde el lugar de los hechos que un policía permanecía bajo custodia de dos manifestantes, amarrado junto a una bandera y colocado sobre una garita en homenaje a los agentes fallecidos durante el levantamiento de 2005, conocido como el 'Andahuaylazo'.
En medio del descontento popular, los congregados también trataron de irrumpir en la Fiscalía local y rompieron los vidrios.
La Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar la protesta, mientras los manifestantes se armaron con piedras, palos y látigos. Bajo el pedido de las fuerzas del orden locales, al aeropuerto de Andahuaylas llegó un helicóptero con más de 150 agentes de la Unidad de Servicios Especiales como refuerzo.
Los efectivos recién llegados fueron recibidos por una turba que bloqueó la salida del aeropuerto, donde, además de nuevos enfrentamientos entre congregados y uniformados, también se registró la quema de materiales inflamables.
Además de la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso, los manifestantes exigen el adelanto de las elecciones generales y la liberación de los detenidos.