Una semana después del inmenso cerco militar implementado por el Ejército y la Policía de El Salvador en Soyapango, el municipio más poblado de ese país centroamericano, las autoridades confirman la detención de 160 presuntos pandilleros.
El despliegue, que implica el trabajo de unos 10.000 uniformados, fue aplicado por el Gobierno para el combate de las pandillas y grupos al margen de la ley, como la Mara Salvatrucha, Barrio 18 y otras organizaciones delictivas minoritarias.
"Tomamos el control de los territorios donde por décadas, los pandilleros mantuvieron cautiva a la población. Con el cerco Soyapango los hemos extraído de las cuevas donde se escondían de la autoridad. El presidente Nayib Bukele le está regresando la paz a los salvadoreños", escribió en sus redes el Ministro de Defensa de El Salvador, René Francis Merino Monroy.
En esa línea, aseguró que las autoridades han perseguido de manera efectiva a los pandilleros, liberando zonas como Campanera y las Margaritas, que eran las "colonias insignas" de estos grupos. "Ahora la población disfruta de la libertad que les fue arrebatada", puntualizó la Policía.
El megaoperativo contra las pandillas se implementó el pasado 3 de diciembre y se desplegó amparado por el régimen de excepción en El Salvador, que amplía las facultades de las fuerzas de seguridad para hacer pesquisas, detener a personas y allanar domicilios sin orden judicial.
De esta manera, la población de Soyapango se ha habituado en los últimos días a convivir con las constantes intervenciones policiales mientras desarrollan sus actividades diarias. En las redes sociales, mientras tanto, el Gobierno intenta mostrar la aparente convivencia pacífica con las autoridades.
Según parte de la prensa local, la aplicación de la quinta fase del plan de Control Territorial no afecta la cotidianidad y es parte fundamental de la política de seguridad de Bukele que, a la fecha, contabiliza un total de de 256 días sin homicidios.
"Nuestra Policía Montada hace su recorrido por las calles de Soyapango, donde convive con los salvadoreños que se acercan a apreciar a los caballos. Garantizamos un fin de semana seguro para los habitantes del municipio", tuiteó la corporación policial.
Casi 60.000 detenidos
La guerra contra las pandillas ha constado de cinco etapas: la primera, que consistió en la preparación de las fuerzas de seguridad; la segunda, en la inversión social en niños y jóvenes; la tercera, enfocada en la modernización del equipamiento de la Policía y el Ejército; la cuarta, en el aumento de personal en las corporaciones de orden público; y la quinta, denominada "fase de extracción".
Los datos más recientes de esa política contabilizan la detención de casi 60.000 ciudadanos, identificados como presuntos pandilleros, que han sido apresados mientras organizaciones de derechos humanos denuncian presuntos excesos en los operativos policiales y la oposición tilda la medida de ineficaz.
Cifras consignadas este lunes por El Heraldo, tras una solicitud al Gobierno, indican que hasta la fecha hay un total de 58.894 pandilleros capturados, de los cuales 51.924 están en cárcel preventiva. Del mismo modo, se precisa la aprehensión de 845 cabecillas de organizaciones criminales: 645 de la Mara Salvatrucha y 200 del Barrio 18, Máquina y Mao Mao).
En otros datos situados por ese diario, el Ejecutivo asevera que el país ha experimentado una reducción de los delitos de homicidio en un 53,3 % durante el estado de excepción, así como de 45,1 % de desapariciones y 39,1% de robos.
El objetivo de Bukele es que el Estado retome el control territorial de las zonas históricamente bajo la ley de las pandillas. Antes de este cerco a Soyapango –donde viven unas 300.000 personas–, las autoridades hicieron un despliegue similar en la población de Camasagua, habitado por unos 12.000 ciudadanos. En esa oportunidad participaron unos 2.000 soldados y equipos tácticos de la Policía Nacional Civil (PNC).
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