Por lo menos 9.000 hectáreas destruidas y afectaciones de bosques nativos, fauna silvestre y reservas de agua dulce es el saldo provisional que han dejado los incendios forestales registrados en la provincia de Tierra del Fuego, ubicada en el extremo sur de Argentina.
La emergencia se suma a otras crisis que ha enfrentado el país este año, como la devastación que durante meses enfrentó la provincia de Santa Fe y que impactó en particular en la ciudad de Rosario, en donde miles de personas salieron a protestar porque el humo de los incendios no les dejaba respirar.
En Tierra del Fuego, la crisis comenzó el pasado 30 de noviembre y desde entonces las llamas no han podido ser controladas, lo que ha generado movilizaciones de colectivos ambientalistas que denuncian un ecocidio, ya que consideran que los incendios no son responsabilidad de una o varias personas, sino de un sistema de producción que ha destruido los recursos naturales.
"Justicia por nuestro bosque", "Arde nuestro corazón de la isla", "Arde la isla y el Estado vende humo", rezaban algunos de los mensajes que portaban los ciudadanos que el miércoles salieron a las calles de Ushuaia, la capital provincial, para exigir una respuesta más efectiva por parte de las autoridades.
Las desoladoras imágenes de las llamas se dispersan en las redes sociales en las que el reclamo común es la falta de cobertura mediática a una tragedia ambiental que está opacada por el Mundial de Catar, donde Argentina es finalista.
Otra denuncia es que el país está centralizado y ni al Gobierno nacional ni a la sociedad en general les importan los incendios que ocurren a 3.000 kilómetros, la distancia que separa a la ciudad de Buenos Aires de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que es el nombre completo de la provincia.
Operativos
El Gobierno de Tierra del Fuego reportó este jueves en un comunicado que continúan los operativos diferenciados que realizan equipos de la Dirección Provincial de Manejo del Fuego, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, bomberos voluntarios, guardaparques, Defensa Civil y policías provinciales y nacionales.
La ministra local de Producción y Ambiente, Sonia Castiglione, confirmó las dimensiones del daño que han ocasionado los incendios, que equivalen a cuatro veces la superficie de la ciudad de Ushuaia, y que han devastado un bosque virgen en el que había árboles de hasta 40 metros de altura.
El viceministro nacional de Ambiente, Sergio Federovisky, aseguró por su parte que el Gobierno central ha prestado toda la ayuda necesaria para combatir el fuego y que, además de equipamiento, incluye el envío de 80 brigadistas.
"Es una zona en la que el fuego está muy metido adentro de un bosque y es bastante difícil el acceso (por eso) es fundamental trabajarlo por tierra, hemos enviado dos helicópteros con helibalde y un avión hidrante", precisó.
Por otra parte, el juez provincial José Silvio Pellegrino quedó a cargo de la causa que investiga si las llamas fueron producidas de manera voluntaria o involuntaria, ya que de ello dependen los cargos penales que podrían imputarse o no a los presuntos responsables.
"Estamos recolectando pruebas, tenemos algunas hipótesis en mente, pero datos no debo dar", señaló al confirmar que ya identificaron el lugar exacto en el que comenzó el incendio.